¿Sabías que la película de Dune fue filmada en México? ¡Khé! Sí, en una zona desértica al sur de Ciudad Juárez, Chihuahua, el cual está cubierto de enormes médanos de arena que lo hacen pasar perfectamente por el planeta Arrakis. Resulta que los impresionantes paisajes del norte del país inspiraron al cineasta David Lynch a llevar esta novela a la pantalla grande a principios de los ochentas. Quizás fue demasiada información, así que vamos por partes con este chismecito. Agárrate fuerte, el viaje interestelar comienza ahora.

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Contexto, plis

La película de ciencia ficción Dune está basada en la novela homónima del escritor Frank Herbert, quien en los años setenta ideó todo un imperio galáctico organizado en casas —como familias— y feudos, muy al estilo de GOT, pero antes. Dentro de este universo existe una hermandad con poderes locochones, la cual esparce el rumor de la llegada un mesías que mejorará el mundo. Muy interesante, pero muy extraño. Entre tanto hay gusanos gigantes, venganza, traición, viajes interestelares y hasta una sustancia con propiedades opiáceas muy codiciada. Esto le da carnita a la película.

¿Pero qué tiene que ver con Chihuahua? Pues Arrakis, el planeta donde se encuentra la especia —la sustancia mística que les platicábamos—  es un desierto conocido también como Dune o Dunas para los cuates.  Muchos años antes del nacimiento de Timotheé Chalamet, el galán de moda, el cineasta David Lynch y el productor Dino De Laurentiis decidieron llevar a la pantalla grande esta historia, eligiendo a los Médanos de Samalayuca, Chihuahua, como el set principal.

De Arrakis a Samalayuca

Tras ver las imágenes de este impresionante lugar no cabe duda por qué fue elegido para representar el árido y hostil Arrakis. El desierto de Samalayuca es uno de esos paisajes que parecen salidos de un sueño, de acuerdo a una entrevista de 1983 a David Lynch, se eligió México porque producir una película en los Estudios Churubusco era más económico que en otro lugar, pero también por las espectaculares vistas de Chihuahua.

Un año después, en 1984, se estrenó en cine el film protagonizado por Kyle MacLachlan. ¿Creían que Timotheé estuvo en Chihuahua? Pues no, mis cielas. La primera versión de esta novela fue la dirigida por Lynch, mientras que la versión más reciente estuvo a cargo de Denis Villeneuve —Arrival y Blade Runner 2049—y fue filmada en Jordania y Abu Dhabi.

La verdad es que los paisajes del desierto de Chihuahua no le pierden a los de Medio Oriente, especialmente al hablar de los Médanos de Samalayuca. Esta área ubicada en el centro del desierto tiene características únicas, está conformado por arena blanca y fina que se mueve con el viento, formando las famosas dunas. Si te gusta tomar fotos, esta es la locación que buscabas, las caprichosas y delicadas formas de la arena te permitirán lograr grandes tomas mientras te llenas de inspiración.

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Jodorowsky y Buñuel en Samalayuca

Este sitio también ha inspirado a otros cineastas para desarrollar películas muy locochonas, uno de ellos es el chileno Alejandro Jodorowsky. En 1970 utilizó los Médanos de Samalayuca para filmar su reconocida película El Topo. ¿Se acuerdan cuando “El Topo” anda vagando con su hijo en un desierto, antes de ser traicionado y rescatado por los deformes? Pues andaban en Chihuahua, recorriendo las famosas dunas mexicanas. Échale un ojo, según algunos críticos está considerada entre las 100 mejores películas mexicanas.

Luis Buñuel también aprovechó estos imponentes paisajes para Simón del Desierto. Resulta que el director español tuvo una época donde le dio por filmar en nuestro país, la última puesta en escena que realizó en tierras mexicanas la grabó en el desierto de Samalayuca con, nada más y nada menos que, Silvia Pinal. De hecho, esta película estaba pensada para tener otras dos entregas realizadas por Jules Dassin y Federico Fellini, pero querían poner como protagonista a sus esposas. Indignada, Silvia rechazó estas peticiones. Acompáñenme a ver esta triste historia.

Por último, Arnold Schwarzenegger también anduvo chacoteando en Samalayuca por ahí de 1984, mientras actuaba la segunda parte de Conan el Bárbaro de Richard Fleischer. Esta película requirió una gran producción por todo México, además de Chihuahua, el Nevado de Toluca y la ciudad de Pachuca fueron locaciones. ¿Cómo te quedó el ojo?