Manolo Caro se ha convertido en un nombre importante para el entretenimiento mexicano. Aunque sus inicios fueron en el teatro, rápidamente ha sabido abrirse camino en cine, teatro y ahora en la televisión con Casa de las Flores. Eso porque logra imprimir sus historias con una personalidad única y muy identificable. Platicamos con él y esto nos contó sobre su nueva serie con Netflix. 

Casa de las Flores regresa con Verónica Castro

Ya dominaste el teatro y el cine, y ahora vas por la televisión. ¿Qué te atrajo a dar este salto a la pantalla chica?

Cuando recibí la propuesta de Netflix sabía que era algo que no podía rechazar. Creo que ser llamado por la empresa #1 de entretenimiento y tener la libertad para crear y generar un proyecto desde cero, que tuviera mi firma, en el cual yo tuviera la oportunidad de gestionar todos los personajes y las historias era muy atractiva. Siempre me ha gustado pensar que yo soy un contador de historias y que las plataformas o medios —ya sea teatro, cine o ahora televisión— solamente son el vehículo mientras tengas una historia que contar. Y ese fue el caso con La Casa de las Flores.

¿Qué es lo que te atrae del formato televisivo ahora que ya lo experimentaste?

La continuidad y la profundidad que se le puede dar a los personajes. Ahondar mucho más en ellos. Por ejemplo, en este caso estamos viendo la vida de una familia disfuncional. Pero al final del día todos tenemos una familia así. En una película el arco dramático es muy claro, tiene que durar cierto tiempo y el personaje se mueve de un punto hacia otro. En cambio, este rollo episódico te permite experimentar con los personajes.

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¿Cuál es la diferencia entre escribir para estos tres formatos?

Tiene que ver en el ir y venir de las historias, de cómo puedes hacer crecer los arcos dramáticos de los personajes. De cómo puedes experimentar a través de ellos, cuestionarlos o ponerlos en ciertas posiciones o sacarlos de ahí, cómo pueden cometer errores. En un capítulo puede ser el protagonista, en otro el antagonista. Ha sido una experiencia que me ha enriquecido como escritor, porque me di cuenta de que puedes lograr que tus personajes sean más humanos. Sientes que tienes el suficiente tiempo de experimentar con ellos. Yo creo el cine es más sobre la trama y la televisión es más sobre personajes.

¿De dónde viene la inspiración para Casa de las Flores?

Es una analogía con el mundo de las flores. Yo creo que las flores son completamente hermosas, pero todas tienen espinas. Yo tenía muchísimas ganas de plantear una familia que, a simple vista, la veas como muy correcta o ejemplar, pero en la profundidad tiene sus secretos, tiene sus propias historias, sus propios demonios y universos. 

¿Cómo eliges a las personas que van a trabajar contigo? ¿Cómo fue este proceso de reunir a toda esta gente?

Fue un privilegio tener a este grupo de actores confiando en ti, confiando en el proyecto. Yo tenía muchísimas ganas de volver a colaborar con Cecilia, porque es una actriz con la que he compaginado mucho, tenemos muchas historias que contar, historias que nos atañen, una voz que nos interesa plantear junto. Eso lo tenía muy claro.

Después Darío Yazbek Bernal llegó por medio de casting, y también me pareció un proceso muy enriquecedor. Yo no había tenido la oportunidad de llamar a ningún actor de esa manera. También la inclusión de Aislinn, quien está viviendo un momento único como actriz de cine taquillera y contemporánea.

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Cuando les tenía que buscar mamá a ellos, sabía que la vara estaba muy alta y tenía que ser una actriz que llamara mi atención como director tanto como de la prensa y el público. Sabía que tener de regreso a Verónica Castro iba a ser la cereza del pastel, porque es un ícono de la televisión. Sin duda, el más importante que dieron las telenovelas mexicana. Se lo plantee y le pareció increíble la idea. Creo que Verónica tuvo la inteligencia, no porque se trate de mí, sino de dar el salto a una plataforma como Netflix. Se tenía que reinventar y lo tenía que hacer de esta forma. Para nosotros fue un privilegio, una enseñanza y algo que nunca voy a dejar de agradecer.

¿Cómo le hiciste para convencerla?

Le presenté un proyecto muy diferente a lo que ella ha estado haciendo. Fue algo que la retara como actriz y que hablaba de temas que en su época de estrella ni siquiera se vislumbraban como un tema de conversación. Le mostré guiones muy concretos y sólidos, creo que eso le llamó la atención. Trabajar con ella ha sido una de las mejores experiencias de mi carrera. Es la mujer más profesional con la que he trabajado: es la primera que llega al set, es la primera que se aprende todo. Me enseñó muchísimo de cómo se trabajaba en televisión en aquellos tiempos. Me contó muchísimas anécdotas de gente que admiro y respeto. Fue un privilegio para todos.

Verónica es una mujer muy respetuosa y jamás se quiso imponer. Jamás lo hacía sobre ella. Lo que pasa es que es un imán: comienza a contar una historia y todo mundo la voltea a ver. ¿Qué le vamos a contar nosotros a Verónica Castro sobre cómo se hace la televisión?

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¿Por qué es importante para ti mostrar diversidad en tus personajes?

Creo que hay que darle visibilidad a esos temas. Creo que hay que dejar de pensar que son un tabú y dejarlos de caricaturizar; hay que tratarlos con la normalidad y profundidad que se merecen. Hablo de profundidad no solo desde el lado serio, sino que estos personajes pueden ser divertidos, exitosos, fracasados, porque así es la vida, porque somos parte de la sociedad, tenemos que ser incluyentes y estar abiertos a cualquier tipo de personaje

Hemos vivido en una cultura en la que la televisión mexicana nos hace pensar que los personajes con diferente preferencia sexual son problemáticos, tienen vicios o tienen muchas telarañas en la cabeza cuando no es así. Es decir, puede que haya personajes así y también es aplaudible darles visibilidad. Pero es importante decir que la mejor abogada penalista de un país puede ser una mujer trans, por ejemplo. Para eso está Casa de las Flores, para dar esa voz y ese foro para esa diversidad.

Todos los capítulos de la primera temporada de Casa de las Flores están disponibles en Netflix, a partir del 10 de agosto.