Uno de los actores más respetados de México, Enrique Rocha, falleció este 7 de noviembre, dejando un legado artístico por el que se le recordará durante generaciones enteras. Además del teatro, cine y doblaje, brilló en la pantalla chica con sus papeles de villanos en varias telenovelas. Mismos que le valieron ser tanto odiado como aplaudido por el público.

El villano más odiado y admirado de las telenovelas mexicanas

Eladio Gómez Luna, en Pasión y poder (1988)

Hace años estuvo en un triángulo amoroso con Arturo, pero Ana Laura lo eligió a él. Ahora es un mal esposo que la trata pésimo, además de que sigue su enemistad con su ex rival y tienen una serie de encontronazos. En el final, cuanto todos lo creen muerto, pone una bomba en una boda. Malo hasta el último momento.

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Rodrigo Montes de Oca, en Yo compro esa mujer (1990)

Esta telenovela del productor Ernesto Alonso estuvo basada en El conde de Monte Cristo, novela clásica de Alexandre Dumas padre. El personaje de Enrique Rocha fue malo, malísimo. Primero acusó injustamente a un pescador del que se enamoró su prima Blanca Flor, para quedarse con ella. Luego encerró a su hija Ana Cristina para que no se fuera con el hijo de su prima, pero cuando éste le ofrece no dejarlo en la ruina si lo deja casase con la chica, acepta.

Ismael Montegarza, en Dos mujeres un camino (1993-1994)

La venganza por la muerte de un ser querido, en esta historia su hijo Bernardo, llevó a Ismael a convertirse en un villanazo sediento de venganza. El personake de Enrique Rocha culpaba a un trailero llamado Johnny (Erick Estrada), y junto con sus hijos juró hacerle pagar, sin saber que tenía cerca al asesino… o bueno, asesina.

Nicolás Obregón, en El privilegio de amar (1998)

Esta historia de enredos amorosos contó con la participación del actor nacido en Silao, Guanajuato. Aquí el público lo vio como el manipulador Nicolás, quien se valía de lo que fuera para lograr sus objetivos, mismos que no eran precisamente buenos. Y este personaje le dio uno de sus premios TV y Novelas como Mejor Villano.

Lucio Fernández, en Serafín (1999)

El actor no le hizo el feo a las telenovelas infantiles, y en la década de los 90 causó miedo entre chicos y grandes. Y es que era nada menos que un agente del diablo. Claro que, recordemos, le puso un toque cómico, pero aún así dejó escenas para el recuerdo… y quizá una que otra pesadilla entre los pequeños de esa época.

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Sebastián Mendoza Romero, en Las vías del amor (2002)

Aquí Enrique Rocha fue muy odiado porque para vengar la muerte de su hermano Jerónimo, su personaje sacó su lado más oscuro. Se volvió un criminal despiadado que hizo todo lo posible para hacer justicia. Al año siguiente, el actor se llevó el premio TV y Novelas en la categoría de Mejor Villano.

León Bustamante, en Rebelde (2004)

¿El primer actor participó en telenovelas juveniles? Claro, y nada menos que en una de las más exitosas de México. Aquí la hizo de un ministro corrupto, ambicioso y con mucha sed de poder. Además era muy mala onda y humillaba a su hijo Diego (Christopher von Uckermann). Por si fuera poco, hasta misógino era.

Aníbal Balvanera, en Amores verdaderos (2012)

El padre de la protagonista es un hombre manipulador con sus hijas, intentando hacer de sus vidas lo que a él le pareciera bien. Pero no sólo eso, pues también tenía su buena lista de crímenes que finalmente lo llevaron a la cárcel. ¿Justivia divina? Una parte del público así lo vio.

Sin duda, Enrique Rocha dejó un legado para no olvidar con estos villanos que hicieron pasar corajes a los televidentes. ¿Cuál era tu favorito o al que más odiaste?