¿Te has preguntado por qué nuestra generación no quiere trabajar? Eres millennial si tienes entre 24 y 40 años y es muy probable que te haya pasado por la cabeza al menos una vez esta última semana el siguiente pensamiento: ya no quiero trabajar. Sí, pensar eso es muuuy millennial. Pues ahora imagínate lo siguiente, si como parte de la generación nacida entre 1981 y 1997 piensas eso acerca de tu trabajo constantemente, tienes que saber que existe una generación que es aún más intolerante a la idea de cómo es concebido todavía el trabajo: la generación Z.

Según el “Reporte del Monitoreo de Trabajo 2022” realizado por Randstad, una de las empresas más grandes en capital humano a nivel mundial, más de la mitad de las personas empleadas (56%) con una edad entre 18 y 24 años, clasificadas como parte de la generación Z, aseguran que preferirían renunciar a su trabajo antes de que este interfiriera en el disfrute de sus vidas y que optarían primero por permanecer desempleados que trabajar en un lugar en donde fueran infelices trabajando en algo que no les gustara.

Este mismo reporte también señala que quizá la razón detrás de esta preferencia es quizá la pandemia pues desestabilizó las estructuras laborales y la idea que teníamos de “trabajo” con horarios fijos y de naturaleza jerárquica. (Si te interesa leer más al respecto puedes consultar el libro La Gran Resignación. Por qué millones están dejando sus trabajos y quién ganará la batalla por el talento).

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4 testimonios, 4 formas de repensar la idea del trabajo

Pero no le creas a los estudios… por eso platicamos brevemente con 4 personas chilangas y nos contaron lo que piensan de la idea del trabajo en su vida cotidiana (obvio de forma anónima porque no queremos que sus jefes les lean, ahh verdá).

“Sí quiero trabajar pero no quiero específicamente un trabajo. Al decir ‘trabajo’ me refiero a estar en una oficina o tener que estar ahí todos los días en cierto horario aunque no estés haciendo nada. Me gustaría tener mayor flexibilidad y poder enfocarme a otras cosas como mi vida personal o mis relaciones. Tener un mejor balance de vida y trabajo. Creo que antes la clase trabajadora recibía mayores beneficios que se han perdido. Ahora ya un trabajo no te da nada, por eso también la gente no quiere trabajar, no quiere que las cosas sigan así. Creo que hemos llegado al límite del capitalismo”.

—Francisco, Artista Visual y diseñador editorial, 31 años

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¿Te gusta lo que haces?

“No es que uno no quiera un trabajo porque sí queremos un trabajo. Me gusta lo que hago. Solo no me gusta no ser valorada, o cuando haces un esfuerzo es la misma recompensa y al final la recompensa no es para uno sino para el dueño de la empresa. Un trabajo es eso, no queremos un trabajo en donde las condiciones laborales no sean equitativas para hombres y para mujeres.

No quiero un trabajo en donde el 80 por ciento del personal sean hombres y además ganen mucho más que las mujeres a pesar de que hagamos el mismo trabajo. Pienso que no queremos un trabajo que cierre tus capacidades creativas o uno en donde no sean apreciadas, algo así como un trabajo talachero. Lo de los horarios es tremendo, no poder tener vida extra o poder irte a tomar un café con una amiga entre semana tipo a las 11 am. Y que los fines de semana tengas que trabajar y que eso tampoco sea retribuido. Siento que para otras generaciones era más fácil porque con lo que trabajabas podías adquirir bienes y ahora recibimos lo mínimo. Ahora queremos un trabajo que podamos hacer desde cualquier lugar, desde donde se antoje.”

—Arely, Diseñadora, 31 años

“Sí me gusta trabajar, me gusta lo que estudié y a lo que me dedico sin embargo, creo que el tiempo que paso en el trabajo es lo que no me gusta, son muchas horas, desde la mañana hasta salir en la noche. Tener que trabajar los sábados. Creo que es demasiado tiempo invertido para tener una recompensa que siento que se podría obtener haciendo algo más eficaz y en menos tiempo.”

—Jorge, Oftalmólogo y escritor, 33 años

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¿Horas extra?

“Personalmente ya no quiero trabajar por lo menos en las circunstancias en las cuales he trabajado los últimos 6 años. Solo he visto un deterioro con respecto a las condiciones laborales como las prestaciones, seguro social, vacaciones, horas extra. Además también he percibido que no solo se trata de encontrar un trabajo que sí tenga estas prestaciones, sino también el salario.

Los salarios ahora son de risa porque te piden tener mucha experiencia, y esa experiencia debería traducirse en más dinero. La pandemia me puso en perspectiva el hecho de poder pasar más tiempo en mi casa y esto cómo representaba tener una mejor calidad de vida para mí. No veo el sentido de matarme en un trabajo o en una oficina 10, 12 horas de mi vida de lunes a viernes, y aparte trabajar medio tiempo los sábados, y no poder disfrutar de mis relaciones interpersonales, de mi casa y de mis mascotas.”

—Mai, Artista visual y docente, 29 años

No es que no nos guste trabajar

“No creo que mi generación no quiera trabajar, de hecho a mi, a mis colegas, a mis amigos nos gusta trabajar, queremos hacerlo. A mi, por ejemplo, me fascina trabajar pero en las chambas que yo elijo. Lo que ya no queremos es trabajar en las condiciones que ofrecen actualmente muchas oficinas y empresas. Ir a meterte a una oficina para hacer el trabajo de 3 personas (porque cada vez contratan a menos y explotan más a quienes contratan), por una paga de medio salario, sin seguros ni beneficios sinceramente para eso prefiero ser mi propia jefa, decidir en qué y con quien sí quiero trabajar y en qué no.

Seguro no me alcanza para los beneficios que mis papás tuvieron siendo oficinistas, pero de que no me alcance –mientras soy empleada de oficina– a que no me alcance siendo mi propia jefa y dueña de mi tiempo y salud mental, prefiero mil veces la segunda opción.”

—Andrea, Fotógrafa y profesora, 38 años

Seguro ya te estás preguntando: ¿Por qué nuestra generación no quiere trabajar? ¿Verdad?

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Dinos por qué trabajas y te diremos de qué generación eres

Baby boomers, millennials, generación Z… no es casualidad que cada una de estas generaciones se llame de esa forma. Cada una ha sido nombrada como tal en diversas ramas de estudio para poder ser estudiadas como grupos específicos desde un enfoque social, económico, antropológico, cultural o tecnológico. Pero vamos por partes, así puedes identificar a qué generación perteneces:

  • Generación Z (1994-2010)
  • Generación Y Millennials (1981-1997)
  • Generación X (1969-1980)
  • Baby boomer (1949-1968)

Generación silenciosa de la posguerra (1930-1948)

Cada una de estas generaciones estuvo marcada por un acontecimiento histórico, lo que pudo haber afectado directamente en su relación con el concepto de “trabajo”. Por ejemplo, mientras que la Generación Z estuvo marcada por la expansión masiva del Internet, la generación Y (millennials) presenció y vivió el inicio de la digitalización. Las personas de la Generación Silenciosa de la Posguerra fueron afectadas por los conflictos bélicos y la austeridad, a diferencia de las personas conocidas como “baby boomers” quienes crecieron en condiciones pacíficas de abundancia dando como resultado una explosión demográfica. Finalmente la generación X fueron quienes nacieron después de la Segunda Guerra Mundial quienes solo tuvieron la opción de “trabajar para sobrevivir”.

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¿La historia influye?

¿Pero cómo se relacionan los acontecimientos históricos de cada generación con la idea de “trabajo”? Y sobre todo, cómo puede esto responder a la pregunta: ¿Por qué nuestra generación no quiere trabajar? De la siguiente forma: mediática y socialmente cada generación ha sido identificada con un rasgo de personalidad en particular. Por ejemplo: la generación Z es conocida actualmente por ser una generación irreverente; las personas millennials son asociadas con la frustración y la incomodidad; aquellas de la generación X tienen una obsesión por el éxito y el trabajo –y esto es probablemente porque sus padres y madres baby boomers ¡vaya que crecieron en bonanza y por lo mismo la ambición les caracterizaba–; a su vez, sus progenitores crecieron en la austeridad así que prácticamente era “trabajar o sobrevivir”. Con esta lógica quizá podríamos inferir que:

  • Generación Z: trabajan en lo que les es placentero
  • Generación Y Millennials: trabajan en lo que pueden pero están en búsqueda de condiciones justas
  • Generación X: viven para trabajar y aspiran a una jubilación tranquila
  • Baby boomer: iniciaron negocios o trabajaron arduamente y ahora disfrutan del fruto de su trabajo

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Generación silenciosa de la posguerra: la verdad sí la tuvieron difícil, o trabajabas o comías.

¿Entonces qué?

¿Vas a practicar una “renuncia silenciosa”? ¿Has escuchado de esta práctica? Según el Observatorio de Trabajo Digno, la encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI señala que en México el 71 por ciento de las personas que trabajan dicen que tienen ingresos insuficientes lo que representa a más de 35 millones de personas, el 61 por ciento no tiene seguridad social y el 27 por ciento ha declarado que sus jornadas de trabajo son excesivas.

Si eres millennial o generación Z ahora podrás preguntarte sin culpa: “¿Por qué no quiero trabajar?”, ¿qué es lo que no me gusta de mi trabajo?”, para finalmente darte cuenta de que quizá no se trata de que no te guste o no quieras trabajar, sino que las pésimas condiciones laboralesactuales y tus metas personales cada vez se contraponen más entre sí y esto choca con la forma en cómo deseas vivir. Y vaya… ni hablar de una jubilación, ¿verdad?

Esta nota está dedicada a todos las personas que hemos logrado sobrevivir al trabajo indigno. Recuerda que ningún trabajo vale tu estabilidad emocional. Ojo aquí. No le des el gusto a ninguna toxicidad laboral, no lo vale.

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