En el supermercado de fachada gris a un costado de La Ciudadela, hay algo más que despensa y letreros con las ofertas del mes, se encuentra el Centro de Masajistas Ciegos Dr. Alfonso Herrera. Una cooperativa que lleva 54 años aliviando músculos y huesos dolientes, valiéndose de tacto, oído, conocimientos, experiencia y sensibilidad.

Pasando los carritos metálicos y antes de llegar a las cajas, hay una lona azul celeste que anuncia masajes terapéuticos y anti estrés, a un costado hallarás la entrada.

Esto es lo que encontrarás en el centro de masajistas ciegos

Se trata de un espacio rectangular con techos altos y aire circulante, esta es la razón por la cual Félix Guillermo Frías Álvarez, uno de los seis terapeutas que ahí trabajan, expresa que la amplitud es lo que más disfruta de este lugar.

Crédito: Raulí Monteros

La mayoría de los clientes llegan sin avisar, aunque también hay quien anticipa su cita por teléfono o en persona. Si hay disponibilidad, en seguida se conduce al paciente a una de las 5 salas de masajes que se despliegan una a un costado de la otra.

Adentro arranca un intercambio de preguntas y respuestas para formar el historial clínico. Después se sugiere una terapia manual, de medio cuerpo o de cuerpo completo, ya sea con herramientas o aparatos electrónicos cómo luz violeta o vibrador de manopla, con un costo que varía entre los 200 y los 400 pesos mexicanos.

Los integrantes del centro de masajistas se enorgullecen de tener el título de Técnico Profesional en Masoterapia, carrera que estudiaron durante 3 años en la Escuela Nacional para Ciegos institución donde se ofreció este servicio por primera vez.

Así comenzó este negocio

En 1985 se mudaron a una casona virreinal ubicada en Donceles 43, Centro Histórico y nombraron al negocio con el nombre del doctor quien, percatándose de las aptitudes de las personas invidentes, impulso la licenciatura antes mencionada.

Se instalaron en Tolsá número 9, también en el primer cuadrante, en diciembre del 2021. A esta ubicación llega de lunes a sábado Guillermo Frías a las dos de la tarde, abriéndose paso con su bastón metálico entre los puestos ambulantes que franquean el edificio.

Crédito: Raulí Monteros

Una hora antes cruza el umbral de su casa en la colonia Santa Bárbara y camina cerca de 10 minutos hasta la estación Atlalico de la línea 12 “Afortunadamente no tengo que cruzar calles”, precisa. Se baja en Salto de agua y camina por Arco de Belén, guiándose por los sonidos y los cambios de aroma “Es curioso, en esa calle hay una rosticería, justo al lado de una tienda de perfumes de imitación”, dice con tono juguetón.

En el centro de masajistas ciegos los terapeutas son profesionales

Guillermo tiene 43 años, pero aparenta menos, su piel morena clara está libre de arrugas y su cuerpo esbelto se mueve con ligereza.

Además de estudiar maso terapia, también terminó la licenciatura en Psicología Social en la UAM Iztapalapa, centrando su tesis en la representación de la discapacidad visual. En años posteriores volvió a demostrar su interés por los derechos de las personas ciegas participando en instituciones, mesas de trabajo, recaudaciones y eventos a favor de esta causa.

Crédito: Raulí Monteros

Piensa que el haber aprendido a escuchar con atención a otros es una cualidad útil para el desempeño de su profesión “Desde que llega el paciente nos vamos dando una idea de lo que tiene por su tono de voz”. ¿De qué más se puede dar cuenta?, le pregunto “De su personalidad y estado de ánimo. El léxico que usan refleja su preparación, si es una persona humilde, si tiene estudios”, responde.

Mientras pasa sus manos con precisión y fluidez por la piel de las mujeres y hombres que se recuestan en la camilla cubierta por una sábana blanca, le gusta escuchar la estación de radio Amor 95.3 o algún artista de música cristiana.

Así funciona el centro de masajistas ciegos

En el Centro de Masajistas Ciegos nada es improvisado, saben que para que la maquinaria funcione tienen que apegarse a su reglamento interno.

No hay jefes, ni subordinados: las decisiones se toman en conjunto y siempre se busca que todos se beneficien de las ganancias equitativamente. Cada año se designa un tesorero diferente, el cual se encarga de recaudar las cuotas de los integrantes y con ellas realizar los pagos de luz, agua y todo lo necesario para el mantenimiento de las instalaciones

@chilangocom El Centro de Masajistas Ciegos de Doctor Alfonso Herrera brinda servicio de masaje terapéutico, rehabilitación y anti estrés. 😌 #masajes #masajistasciegos #masajistas #parati #fyp #antiestres ♬ Curiosity – Danilo Stankovic

El trato de los masajistas evidencia su preparación. “No basta ser ciego para ser buen masajista, hay que tener conocimiento”, explica Guillermo Frías.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?, le pregunto “El alivio que percibe la gente, el sentirme útil, el poder ayudar a otros”, responde sonriendo.