El maternar desde la dimensión personal al activismo social; perfiles e historias de quienes deciden socializar la maternidad por Instagram y transformar lo íntimo en una práctica colectiva. #INSTAGRAMADRES

Traer vida a este mundo, criar y acompañar a las infancias en su desarrollo autónomo, libre y saludable es un desafío que desde un comienzo supone tomar decisiones en múltiples planos. ¿Qué tipo de acompañamiento quiero durante mi embarazo? ¿De qué manera quiero parir? ¿Amamantar o fórmula? ¿Dejo que llore o no? ¿A quién tengo a mi lado como compañía necesaria durante la crianza?… Y un sinfín de preguntas que surgen en el transcurrir de la vida y que al hacerlo van definiendo formas y modos tan múltiples como únicos.

Está claro que no existe un manual con respuestas exactas y que la maternidad se va haciendo a base de pruebas y errores. No hay soluciones mágicas, tan solo intentos y enfoques posibles ante situaciones que van ocurriendo cada día y a cada hora. La maternidad es esa revolución que transforma sin saber muy bien cómo; por eso los vínculos para compartir experiencias, prácticas, sentimientos se vuelven tan necesarios.

Instagram es un espacio clave donde quienes maternan pueden construir conversaciones, encontrarse iguales y diferentes, e ir demoliendo ese molde del “ser madre” para, entre fotos, likes y posts, devenir madre en la propia medida.

En las redes, la maternidad se multiplica y expande en todas sus formas. INSTAGRAMADRES reúne distintos perfiles de quienes están activando el pensamiento y el afecto de lo que significa maternar y sus realidades.

Chantal Escartin. 32 años. CDMX, México. Una hija. #INSTAGRAMADRES

IG: @normalizandolalactanciamaterna

FB: https://www.facebook.com/Normalizandolalactanciamaterna  

Soy activista de los derechos de la mujer en la maternidad y de la primera infancia. Feminista y apasionada lactivista. Directora del colectivo Normalizando la Lactancia Materna, México. 

Vivo y promuevo la maternidad informada y el respeto a las decisiones de cada mujer. En nuestro país imperan la violencia obstétrica, la discriminación laboral hacia las madres, la violencia y discriminación en la lactancia, la crianza con golpes… Únicamente con información podremos decidir de manera libre y autónoma sobre nuestra maternidad y cuerpo.

Me parece vital socializar la maternidad porque antes de ser mamá y tener la información adecuada tenía la percepción de que la violencia que existe era normal: desde una cesárea innecesaria hasta que una mujer se esconda en el baño para amamantar. Me di cuenta de que la sociedad y el sistema médico ha limitado la maternidad a un modelo violento y discriminatorio sin razón ni fundamento alguno. Por eso considero que el apoyo en la maternidad es fundamental. Es sumamente peligroso vivir la maternidad en soledad y sin apoyo de una red o tribu.

Como activista de los derechos de la mujer en la maternidad, pienso que es necesario posicionar el tema en la agenda feminista, ya que no se habla tanto y es importante para: 

-visibilizar una maternidad real;

-desnormalizar la violencia y discriminación en la maternidad;

-normalizar la lactancia, el parto respetado, la crianza respetuosa, la corresponsabilidad en casa;

-hablar sobre crianza con perspectiva de género y la importancia de la maternidad feminista. 

Esther Vivas. 45 años. Barcelona, España. Un hijo. #INSTAGRAMADRES

Ig: @esthervivasesteve

FB: @esthervivasesteve

Tw: @esthervivas

https://www.esthervivas.com/

Soy autora del libro Mamá desobediente (Ediciones Godot, México). Tanto en mi libro como en mi activismo en redes sociales planteo una mirada feminista y desobediente de la maternidad: las mujeres tenemos que desobedecer el mandato de la maternidad patriarcal, es decir, no seguir el ideal de buena madre, de madre perfecta, abnegada, sacrificada, sin vida propia, donde la mujer desaparece tras la figura de la madre.

Al contrario, reivindico la maternidad con todas sus luces y sus sombras. Hay que entender que a menudo no somos la madre que queremos ser sino la que podemos ser, en un contexto en el que tenemos casi todo en contra. Hablar de la maternidad real nos permite a las mujeres madre reconciliarnos con la experiencia materna y liberarnos de la culpa que tanto nos acompaña.

Una madre desobediente y feminista se reconcilia con su propio cuerpo y con su capacidad de gestar, parir y amamantar. Históricamente, la maternidad ha sido relegada a lo privado, a lo individual. A menudo las mujeres no hemos tenido voz y nos hemos sentido presionadas para esconder la experiencia materna real en lo que podemos llamar la “máscara de la maternidad”.

Es necesario socializar experiencias, romper tabúes y silencios, como los problemas de fertilidad que sufrimos las mujeres, el dolor tras una pérdida gestacional, hablar de la depresión postparto. Las redes sociales permiten que más mujeres tomen conciencia de que la maternidad también es esto. Con la ola feminista que estamos viviendo, cada vez más mujeres estamos lanzando la voz en esta dirección: no todo es color de rosa.

Silke Lubzik Berrio. 43 años. México (nacida en Colombia). Dos hijos.  #INSTAGRAMADRES

Ig: @life_with_mathias 

FB/IG: @cambiandomodelos 

www.cambiandomodelos.org

Soy mamá de Mathias y Andrés, esposa de Carlos, fundadora y presidenta de Cambiando Modelos. Cuando nació mi primer hijo, Mathias, con síndrome de Down, me di cuenta de que hay una necesidad real de aprender a ver a las personas más allá de su condición de vida. Así decidí crear Cambiando Modelos, organización que busca dar visibilidad a las personas con discapacidad, para generar percepciones de igualdad y facilitar su inclusión social.

Nos centramos en buscar la inclusión en los medios masivos, la publicidad y la moda, porque la gente piensa: si no las veo, no existen; si no existen, pues no las incluyo. Por eso también uso mis redes personales para visibilizar la discapacidad y la importancia de la inclusión.

En Instagram hablo de la inclusión de mi hijo con síndrome de Down en la sociedad. Mi hijo sin discapacidad ya tiene un lugar “asegurado”, pero mi hijo con discapacidad no. Por ejemplo, encontrar una escuela primaria nos tomó siete años y un total de 30 “No estamos preparados” como respuesta de las instituciones. 

Cuando recién me convertí en mamá, mi enfoque estaba en todo lo que debía hacer como mamá, muchas veces “sacrificando” lo que me gustaba, y no disfrutando el tiempo y los momentos con mis hijos. Debido a la condición de síndrome de Down de mi primer hijo, había un manual de reglas adicionales que debía seguir, con lo que todo se volvía un reto mayor.

Con el tiempo me di cuenta de que no tienes que saber nada del síndrome de Down para amar y darle todos los cuidados a tu hijo. Tampoco tienes que “sacrificar” tu vida para estar con tus hijos, dejando todas tus necesidades de lado. Hoy ya no veo mi maternidad como una lista de cosas que tengo que hacer, sino como una lista de cosas que quiero hacer y que disfruto. 

Violeta Vazquez. 35 años. Ciudad de Buenos Aires, Argentina. 2 hijes. #INSTAGRAMADRES

Ig: @violetavazquezz

violetavazquez.com.ar

Trabajo de puericultora, escritora, docente y terapeuta. Creé el método Biodecodificación Rizoma y a lo largo de los años he escrito siete libros sobre maternidad, duelo, cuerpos y vínculos familiares, entre ellos Cómo dar la teta, Leche de madre y Ensambladas. 

Milito por una relación de honestidad con nosotrxs mismxs y por una construcción de la materpaternidad posible, a medida de cada familia. Me interesa la maternidad como una crisis vital para actualizar nuestra versión y para reinterpretar el deseo. Mi maternidad me dejó en carne (y) viva. Después de la llegada de lxs hijxs, las personas nos encontramos con lo que tenemos y lo que no tenemos, con la posibilidad de perder lo más valioso, con el mayor riesgo de estar vivos. 

Me manifiesto por crianzas y lactancias deseadas; si no, no las quiero. Quiero el foco puesto en los vacíos  que tenemos los profesionales de la salud y no cargar la responsabilidad en las mujeres o en las personas gestantes. Apuesto por la crianza en red, porque dos adultos es una estructura pobre y exigida para criar niñxs.

Las redes y los libros son soportes que me permiten comunicar con honestidad lo doloroso de ser madre y también me permiten habilitar en quienes me leen sus deseos y sus verdades más ocultas. Tenemos que hablar de nuestros cuerpos, del sexo, de la violencia, del amor romántico, de la crianza, de nuestros padres y de todo aquello que no nos atrevemos a decir en voz alta. 

Ximena Toledo Rojas. 36 años. CDMX, México. 2 hijxs. #INSTAGRAMADRES

IG: @madrecaotica

FB: Las Maravillas del Caos

www.madrecaotica.com

Soy politóloga de profesión, emprendedora por necia, escritora por pasión y mamá por elección. Trato de vivir una maternidad libre, sin prejuicios, real, divertida e imperfecta. Ser mamá ha sido una experiencia transformadora y me encanta vivirla intensamente, con todos sus matices.

Fue duro darme cuenta de que la maternidad estaba muy lejos de ser color de rosa. De pronto me sentí sola, confundida, frustrada y muy cansada. Escribir es lo único que me hace sentir bien cuando todo lo demás falla. Empecé a compartir como un desahogo y fue impresionante descubrir que muchas mamás se sentían igual. 

Ser mamá puede llegar a ser oscuro y caótico. Crear un círculo de apoyo te recuerda que se vale cometer errores y que todavía existes, no sólo como mamá: también como ser humano con deseos propios. 

A las mamás se nos exige demasiado; es abrumador y extenuante. Estoy cansada de sentirme culpable por intentar cumplir con expectativas impuestas. Entre nosotras tenemos que apoyarnos más y juzgarnos menos, así que grito con todas mis fuerzas para que me escuchen todas las mamás: “¡LO ESTÁN HACIENDO BIEN!”.

Y justamente por eso, desde el caos me propongo derribar algunos mitos en torno a la maternidad, como que ser mamá debe ser tu única prioridad, que todas tus otras metas deben pasar a segundo plano, que tienes que olvidarte de tu vida profesional e incluso de ti misma, que la crianza es sólo de mujeres, que los hombres no lo hacen tan bien porque carecen de un instinto, que ser mamá es lo mejor que le puede pasar a una mujer y tienes que sentirte feliz a todas horas, que si te quejas eres mala madre. 

Wadi Covas. 37 años. CDMX, México. 3 hijes. #INSTAGRAMADRES

@wadidoula

@almamadreoficial

FB: Alma Madre

www.almamadre.com

Soy Wadi, doula, educadora perinatal, fundadora del centro de maternidad Alma Madre, impulsora de Marea Lila – Movimiento Mundial por el Parto Respetado, activista de los derechos del nacimiento, feminista, hija, hermana, nieta, amiga, compañera… y lo que me dio la potencia para encontrar mi misión en esta vida: madre de 3 personas increíbles.

Mi maternidad es un constante aprendizaje en donde mis hijes me enseñan y nos vamos cocreando. Vivo la maternidad como un inmenso crisol de matices donde la única certeza es que no existen modelos, métodos ni sistemas, y donde el único secreto es fluir con el amor que brota a borbotones por cada poro de nuestra piel.

Mi activismo en redes gira por compartir el trabajo de mi centro Alma Madre, en el que se encuentran maravillosos especialistas que empatizan con este momento clave de la vida, y se centra en acompañar a mujeres y parejas durante el embarazo, parto, postparto, lactancia y crianza. Damos visibilidad a la importancia de estos procesos en sus vidas y concientizamos sobre el gran cambio que puede generarse en las sociedades si transformamos nuestro modo de llevar adelante estos procesos.

La maternidad es un momento de la vida que por siglos fue vivido en tribu; sin embargo, en la sociedad actual las mujeres atraviesan sus maternidades solas, aisladas, con mandatos y prioridades sociales absolutamente opuestos a las prioridades mamíferas y a nuestros verdaderos deseos. Con mi trabajo busco generar un espacio de comprensión sin juicio y sin un deber ser, donde digamos las verdades que al sistema le molesta escuchar, y abrazarnos, resonar entre nosotres y confirmar que lo hacemos increíblemente bien.

Catalina Ruiz Navarro, 37 años. Colombiana radicada en CDMX. Una hija. #INSTAGRAMADRES

Ig: catalinapordios

Twitter: @catalinapordios

www.volcanicas.com

Soy periodista y escritora feminista, directora de la revista Volcánicas y autora del libro Las mujeres que luchan se encuentran. Mi embarazo fue muy planeado, deseado y feliz. Sin embargo, en el parto tuvimos una complicación muy peligrosa, un desprendimiento de placenta, y por poco no sobrevivimos la bebé y yo. Hoy estamos muy bien las dos pero ese encuentro de cara con la muerte me hace pensar en mi maternidad como un milagro y un triunfo. 

Nuestros países están llenos de estatuas de hombres, a quienes llamamos “héroes de la patria” porque salieron a matar a otros hombres. Mientras tanto, las mujeres arriesgamos la vida para dar vida cada vez que parimos, y si no lo hiciéramos no habría ni países ni naciones ni ciudadanos ni votantes ni consumidores.

Pero nosotras no tenemos estatuas; como mucho, nos dieron eufemismos que nos hacen pensar que un parto es bello, romántico y hasta fácil, cuando en realidad maternar es el misterio físico y metafísico de pasar de ser uno a ser dos; es romperse y desgarrarse en lo más profundo de la existencia. La vida exige como ofrenda una herida que no cierra. 

Solo habrá maternidades más libres si reconocemos los trabajos de reproducción como los más importantes de una sociedad. En el patriarcado estos trabajos son invisibilizados y expulsados a los márgenes, pero si se pusieran en el centro, nuestras sociedades se configurarían en torno al cuidado de la vida.

Camila Brevis Blanch. 34 años. Chillán, Chile. Mis hijes: Amanda de 11 años, Paz de 5 años y una guagua que no pudo nacer. #INSTAGRAMADRES

Ig: @mamicha.maternidad

www.mamichamaternidad.com

Soy mujer madre, de profesión arquitecta e ilustradora por pasión. Me dedico a ilustrar maternidades. En Instagram encuentro un lugar común, una red que nos permite mantenernos unidas. Creo que es necesario compartir maternidad, cotidianidad, crianza, feminismo, crisis social, entre otras cuestiones que nos permiten encontrar sentido. Y al hacer red, podemos sentirnos acompañadas, comprendidas, tomadas en cuenta.

Me gusta pensar en “maternidades ilustradas”, en trazos y tonos que pueden emerger en el dibujo y la composición para visualizar diversas situaciones orientadas a reforzar nuestro valor, nuestro fuego y nuestras aguas internas. Particularmente me gustan los trazos de dibujo a mano alzada y en colores; por ahora, estoy enamorada del morado. Intento representar cuerpos desnudos, abrazos, amor, intuición, pelo enredado… tal como es para mí la maternidad.

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