Han sido alegría, goce y esparcimiento para nuestra capital durante décadas, pero tristemente han cerrado sus puertas para siempre. Sí, hablamos de aquellas cantinas legendarias de la CDMX que ya no existen, pero que continúan viviendo en nuestra memoria colectiva y en nuestros corazones chilangos. Acá te presentamos un conteo para recordar estos mágicos recintos con todo su esplendor. ¡Deja salir esa nostalgia que hay en ti y acompáñanos en este recorrido cantinero!

Cantinas legendarias de la CDMX que ya no existen

Originales e icónicas: así han sido muchas de las cantinas de la capital, las cuales han visto desfilar por sus asientos a numerosas generaciones chilangas, así como a importantes personalidades de la vida pública de nuestro país. Lamentablemente, han cerrado sus puertas de forma definitiva y han dejado un hueco en nuestro corazón bohemio.

En algunos casos se desconocen los motivos de su cierre; sin embargo, la mayoría de ellas bajó su cortina durante la pandemia por el covid-19, cuyos efectos agravaron problemas preexistentes en la capital, como el aumento en los costos de las rentas y la gentrificación en colonias céntricas de la CDMX.

A pesar de que ya no podamos disfrutar de su buen ambiente, recordamos con una sonrisa estos recintos que atestiguaron risas, lágrimas, pláticas amenas y mucho más. ¡Checa la lista!

Te puede interesar: ¡Aaaazúcar! Conoce la historia de las dulcerías más antiguas de la CDMX.


La Mundial

Ubicada en el corazón de la capital, allá por la calle de Bolívar, se encontraba una de las cantinas más queridas por el público chilango: La Mundial. Este punto de encuentro social ofrecía refrescantes tragos para los días soleados, así como buena comida con un excelente ambiente.

Sus comensales recuerdan este espacio como un refugio del bullicio, donde el servicio al cliente era su sello distintivo; allí podías ver grupos de amistades, familias, oficinistas y parejas disfrutando de su extensa variedad de botanas y de su distinguida sazón.

Lamentablemente, La Mundial cerró sus puertas durante la pandemia por Covid-19 y recientemente se dio a conocer que el espacio donde se ubicaba la cantina ya se había puesto en renta. Ahora, sus comensales recuerdan con nostalgia los buenos ratos que vivieron al interior de este recinto.


La Vaquita

En el cruce de Mesones con Isabel La Católica se ubicaba una de las cantinas más memorables de Chilangolandia con cerca de 100 años de historia. Las historias relatan que La Vaquita comenzó a dar servicio allá por 1920; desde entonces, desfilaron por el lugar personajes como Cantinflas (quien trabajó allí durante muchos años), además de Frida Kahlo y Diego Rivera (los cuales le pusieron ese nombre).

Esta cantina estaba adornada con mosaicos al puro estilo mexicano y con espejos que le daban mayor profundidad; para vivir toda la experiencia del lugar, había que probar tragos legendarios como el Colibrí (una mezcla de vodka con Martini, anís y Campari), pedir el variado menú del día y dejarte llevar por el sazón de sus exquisitas tortas.

Lamentablemente, durante la pandemia esta cantina se vio obligada a interrumpir sus servicios y, poco después, su cierre definitivo se dio a conocer cuando en el local se colocó un anuncio de renta. Así terminó la historia de uno de esos encantadores recintos capitalinos que vio la transformación de nuestra capital a lo largo de las décadas.

Tal vez te interese: ¡Qué chulada! 8 increíbles mansiones, castillos y haciendas para visitar en la CDMX


El Nivel

Se trata de la cantina más antigua de nuestra capital y el primer recinto que contó con permiso para vender bebidas alcohólicas. Sus orígenes se remontan a 1857 y logró prolongar su existencia hasta ya entrado el siglo XXI. Con más de 150 años de historia, El Nivel vio gran parte de las transformaciones de México como país independiente y abrió sus puertas a numerosas generaciones de habitantes de la urbe.

A lo largo de los años, este recinto recibió visitas destacadas, como Antonio López de Santa Anna y Benito Juárez; a ellos se suman otros personajes de la talla de Luis Donaldo Colosio, José López Portillo, Carlos Monsiváis y Ernesto Zedillo.

El Nivel cerró sus puertas al público en 2008, cuando la UNAM adquirió los derechos del edificio que resguardaba la cantina (en las calles de Moneda y Seminario); desde entonces, este legendario recinto vive solo en la memoria colectiva de la capital.


La India

Desde 1915, el Bar La India abrió sus puertas en la CDMX y se convirtió en una parada obligatoria para quienes gustan de visitar las cantinas legendarias de la ciudad. Su excelente ubicación (entre Bolívar y República de El Salvador del Centro Histórica) hacía de este lugar un refugio conocido para quienes buscaban echarse un trago después del trabajo y disfrutar de una buena compañía.

Con aspecto tradicional (aunque un poco deteriorado), este sitio lucía en sus inicios un cartel enorme con su antiguo nombre “Elegante cantina la India” y era conocido como una vinatería; el nombre que prevaleció posteriormente, “Bar La India”, hace referencia a una pintura que se hallaba en su interior, la cual mostraba a una mujer semidesnuda delante de una pirámide.

Al igual que otros bares y cantinas de la capirucha, La India se convirtió en una víctima más del covid-19 y bajó sus cortinas de forma definitiva después de más de un siglo de actividad.


Salón Luz

Otra cantina que se despidió de su público debido a la pandemia fue el icónico Salón Luz, un espacio de esparcimiento muy popular de nuestra capital. Se ubicaba en el Centro Histórico (específicamente en Gante 21) y contaba con más de 100 años de historia, ya que su apertura tuvo lugar en 1914.

Aunque era una cantina con todas las de la ley, el Salón Luz tenía un ambiente muy familiar; su menú, que combinaba la sazón mexicana con la europea, se distinguía por una amplia oferta culinaria que dejaba con la barriga llena y el corazón contento a toda su clientela.

Cabe destacar que también contaba con buena música, unos tragos perfectos para toda ocasión y precios accesibles. Lamentablemente, este negocio emblemático de la CDMX dejó de dar servicio de forma permanente debido a las restricciones sanitarias.

¿Cuál de todas estas cantinas era tu favorita? ¿Cuáles te faltaron por visitar? Conoce más de nuestra capital y lánzate a vivirla tras echarle un ojo a: Un recorrido por las panaderías más antiguas de la CDMX que siguen operando.