En el cruce de Isabel La Católica y Francisco I. Madero, se ubica un recinto religioso que ha contemplado la transformación de la ciudad desde hace varios siglos. Hablamos del Oratorio de San Felipe Neri, mejor conocido como el templo de La Profesa, cuya fascinante historia ha sido marcada por el arte, la transformación e, incluso, por la tragedia.

Aquí te contamos más sobre este importante templo para que te animes a recorrerlo en tu siguiente visita por el Centro Histórico.

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Orígenes del templo de La Profesa

Si alguna vez has tenido la oportunidad de caminar a paso tranquilo por la calle de Madero, seguramente habrás notado una peculiar iglesia inclinada frente al Museo del Estanquillo; se trata de La Profesa, cuya fundación se remonta hasta el año de 1610, cuando formó parte de un amplio proyecto arquitectónico conocido como Casa Profesa.

Este espacio, creado especialmente para la Compañía de Jesús, solía abarcar un amplio territorio donde cohabitaban sus sacerdotes. El nombre del lugar hace alusión al sobrenombre de “profesos” que recibían los jesuitas, quienes realizaban los votos religiosos de castidad, pobreza y obediencia.

Tal como lo da a conocer la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri México, para el primer centenario de su construcción (a inicios del siglo XVIII) ya se podía notar un importante deterioro en el edificio: Entre sus principales fallas, se destacaba el hundimiento de sus muros y el piso disparejo.

Por ello, de 1714 al 1720 se emprendió la edificación de un nuevo templo en el mismo sitio que también correspondiera con el gusto y las necesidades de la época. La iglesia corrió a cargo del arquitecto novohispano Pedro de Arrieta y adquirió la estructura que podemos contemplar hasta la actualidad.

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La Conspiración de la profesa

Este no sería el último cambio importante en la Casa Profesa, ya que, en 1767, la orden jesuita fue expulsada de los dominios españoles y el lugar pasó a las manos de los padres filipenses, quienes habían habitado hasta entonces en la actual Biblioteca Miguel Lerdo de tejada.

Por otro lado, La Profesa también ha adquirido relevancia histórica, ya que en su interior tuvo lugar la famosa Conspiración de La Profesa de 1820. En estas juntas secretas se habrían reunido simpatizantes del régimen absolutista que rechazaban la Constitución de Cádiz. Tan solo unos meses después, México lograría consolidar su independencia.

Algunas décadas más adelante, con la llegada de las Leyes de Reforma, la Casa Profesa fue destruida prácticamente en su totalidad, y el templo permaneció cerrado por varios años. En el lugar que ocupaba la casa actualmente corre la Avenida Cinco de Mayo. Asimismo, durante la guerra cristera del siglo XX, este templo fungió como catedral cuando cerró temporalmente el recinto del Zócalo.

Aunque a sus transformaciones también se suman algunas tragedias (como el terremoto de 1768 y el incendio de 1914 que destruyó parte de sus pinturas), lo cierto es que este templo continúa activo hasta la fecha y se ha convertido en un referente cultural que no ha perdido su belleza con el correr de los años.

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Una mirada al interior de La Profesa

Como te contábamos, la congregación de San Felipe Neri quedó a cargo del lugar a partir del siglo XVIII y, desde entonces, le ha brindado una destacada riqueza artística. Ejemplo de ello es la intervención de Manuel Tolsá, quien decoró el interior del templo y adaptó sus formas barrocas a un estilo neoclásico.

Además de los retablos realizados por este artista, también se conservan en su interior algunas esculturas y pinturas de importantes artistas (como Miguel Cabrera), quienes engalanaron los muros y altares del templo.

Aunque el terremoto de 2017 también trajo importantes repercusiones para este sitio, lo cierto es que en su interior también se resguarda la Pinacoteca de La Profesa (cerrada temporalmente), un magnífico espacio donde conviven algunas de las más importantes pinturas de la Nueva España, realizadas por Miguel Cabrera, Cristóbal de Villalpando y Juan Correa.

A ella se suma una brillante biblioteca novohispana, con más de 8 mil libros procedentes de los siglos XVII y XVIII, así como de editoriales mexicanas, francesas e italianas.

¿Ya conocías la historia del templo de La Profesa? Aprovecha tu siguiente rol por el Centro Histórico para acercarte a esta joya arquitectónica. Si quieres saber más sobre otros tesoros de la capital, no te vayas sin echarle un vistazo a: Museo Anahuacalli, el proyecto de Diego Rivera para albergar arte prehispánico.