A quién no le ha pasado que, mirando una fotografía, viaja en el tiempo. Al ver imágenes antiguas de lugares, es imposible evitar proyectarse e imaginar historias que parten de los cuestionamientos: ¿Cómo era ese lugar? ¿Quiénes asistían allí? ¿Qué era antes? Nuestra querida ciudad está llena de historias que se van contando capa tras capa, y que gracias a fotografías y algunos cuadros podemos conocer en la actualidad. Prepárate, el tren de la nostalgia está por salir. Vamos a recorrer la CDMX a través del tiempo con estas fotos antiguas que te dejarán el ojo cuadrado.

1. El Zócalo con jardineras

No hay duda, el corazón de nuestra ciudad es la Plaza de la Constitución, o el Zócalo para los compas. Desde la época prehispánica ha sido el centro neurálgico de la ciudad, ya que desde este punto se comenzó a erigir la gigantesca ciudad. Si retrocedemos varios cientos de años, podremos ver que hasta el siglo XVIII aquí se estableció el tianguis el Parián, y a partir de 1800 fue modernizado como una plazuela para pasear.

En 1803 se inauguró la estatua ecuestre de Carlos IV que, cuando la quitaron, dio el apodo de “zócalo” a este lugar. Fotos antiguas de CDMX muestran que fuentes, lámparas, bancas y árboles decoraron la plaza. Su traza cambió en un par de ocasiones, pero para que se den una idea era similar a la Alameda. Para los años cuarentas cambiaron los árboles por coquetas palmeras… ¡Uff! Completamente diferente a la enorme plancha de concreto que es hoy.

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2. La Alameda con su Librería de Cristal

Te has fijado que a un costado de Bellas Artes, frente a la estatua de Beethoven, se encuentra una calle peatonal llamada Ángela Peralta. Hace casi 100 años allí se construyó una librería bellísima que era el orgullo de los citadinos que paseaban por la Alameda: la Librería de Cristal. Para su construcción se utilizó la antigua pérgola que mandó a construir Porfirio Díaz, a esta se le añadieron enormes paneles de vidrio que le valieron su nombre.

Oficialmente fue inaugurada en 1940, ¡una verdadera chulada! Durante años fue un referente intelectual de la ciudad. A las exposiciones llegaban los artistas de la época, así como la chaviza universitaria. Pese a su belleza y al cariño que se le tenía, la vida de la Librería de Cristal llegó a su fin durante el gobierno de Echeverría. Sin embargo, algunas fotos antiguas de CDMX muestran su impactante arquitectura.

Librería Cristal de la Alameda
Foto: Twitter (@cdmexeneltiempo)

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3. La Diana, con flecha y taparrabos

Una de las fuentes más icónicas de Paseo de la Reforma es la guapa Diana Cazadora. Aunque hoy en día la vemos muy campante, su creación causó mucho revuelo debido a su desnudez, tanto que algunos moralinos incluso le colocaban prendas de ropa durante la noche. Eran otros tiempos, la gente era más cerrada en 1942, cuando esta representación de la diosa Artemisa fue erigida en las calles de Lieja y Ródano.

Los primeros en pegar el grito fueron los integrantes de la Liga de la Decencia, por lo que se le tuvo que colocar un taparrabo. Uno pensaría que así la dejarían en paz, pero no, un año después le robaron su flecha y arco. ¿Lo habías notado? Para 1967 se decidió regresarla a su belleza original, sin embargo al retirar el taparrabo resultó dañada y en su lugar se edificó una nueva Diana.

Diana Cazadora con taparrabo

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4. El primer Gran Teatro Nacional

El área donde se encuentra Bellas Artes es la perfecta representación de lo que es nuestra ciudad: una capa, tras capa, tras capa de historia. Hoy en día disfrutamos del espectacular palacio que funciona como teatro y museo, gracias a Porfirio Díaz, quien mandó construirlo en 1901. Pero para llevar a cabo el fastuoso proyecto, el Gran Teatro Nacional —inaugurado en 1840— tuvo que ser demolido.

Según cronistas, el Gran Teatro Nacional contaba con un aforo de 2,395 butacas. Las fotos antiguas de CDMX muestran que llegó a ser el edificio más hermoso de la capital, pero eso no le bastó para sobrevivir. ¿Y qué había antes de este recinto? ¡Un convento! El perímetro de la Alameda estuvo ocupado por el Convento de Santa Isabel, construido a mediados del siglo XVII, por ello que durante las excavaciones para las nuevas construcciones se encontraran catacumbas.

Fotos antiguas de CDMX
Foto: Twitter (@SergioMagallon)

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5. Bellas Artes como una esqueleto metálico

Otra de las fotos antiguas que te van a sorprender es la de uno de los lugares más icónicos de CDMX: el Palacio de Bellas Artes. Cabe recordar que la construcción de este edificio tardó 27 años. Pero no creas que le flojearon. La situación económica del país fue la que retrasó el proyecto que inició en 1904 por el arquitecto Adamo Boari. El teatro tenía que estar listo para celebrar el centenario de la Independencia, pero el estallido de la Revolución no lo permitió.

Con el fin del Porfiriato, Boari tuvo que dejar la ciudad en 1916, pero dejó planos muy precisos para terminarlo. Durante 15 años la construcción del palacio estuvo abandonada, “en obra negra”, digamos. En ese periodo la estructura lucía parte de su imponente esqueleto metálico y una cúpula a realizada medias. En 1931 Federico Mariscal retomó el ambicioso proyecto. Aunque se guió por las detalladas anotaciones de su antecesor, también añadió un poquito de Art Déco, cubismo y Art Nouveau para darle su toque.

Fotos viejas de CDMX
Foto: Twitter (@andregrupo)
Foto: Twitter (@fer_botello)

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6. De manicomio a unidad habitacional

A la ciudad ya se le olvidó, pero nosotros recordamos que lo que hoy son las Torres de Mixcoac, fue un manicomio durante el Porfiriato. Ya saben cómo se las gastaba Don Porfi: si Europa lo tenía, México también, y lo que nos faltaba era un manicomio de primer mundo. La Castañeda o “Locópolis”, como lo llamaba la gente, fue inaugurado en 1910 y su arquitectura asemeja al hospital psiquiátrico parisino Charenton. Contaba con 26 edificios y albergó a más de 60 mil pacientes con distintos padecimientos.

Lo que realmente popularizó este lugar fueron los tratos inhumanos que recibían los pacientes, donde la terapia de electroshocks era el pan de cada día. Para 1968 se decidió poner fin a este psiquiátrico. Los enfermos fueron reubicados en granjas y hospitales, mientras que los enormes edificios fueron demolidos. Años más tarde el espacio fue utilizado para la construcción de las Torres de Mixcoac, donde, según vecinos, aún se pueden escuchar alaridos.

Fotos antiguas de CDMX
Foto: Twitter (@CvillasanaS)
Manicomio de Mixcoac
Foto: Twitter (@andresguzbj)

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7. Ciudad Universitaria era provincia

Para llegar a Ciudad Universitaria basta con tomar la línea 3 del Metro y bajar en la estación de Copilco. Sin embargo, en los años cincuenta no había nada, sólo campo. El campus principal de la UNAM abrió sus puertas en 1954 para convertirse en el centro educativo más importante de la ciudad. Anteriormente el barrio de los estudiantes se encontraba en el centro. Sin embargo, las facultades se encontraban regadas sin un espacio propio para el desarrollo cultural.

Para construir este proyecto integral se eligió el sur de la ciudad, donde había terreno de sobra para edificar las facultades, canchas, biblioteca y áreas verdes. Inicialmente abarcaba una superficie de 300 mil metros cuadrados y contaba con las facultades de Filosofía y Letras y Ciencias; las escuelas nacionales de Arquitectura, Comercio y Administración, Ingeniería y Jurisprudencia. Hoy en día se imparten 125 carreras en más de 713 hectáreas. ¡Wow!

Fotos antiguas de CDMX
Foto: Twitter (@GuiaCoyoacan)

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8. Una fábrica de cigarros con destino brutalista

Lo que hoy es un edificio brutalista —incluso llamado “pequeña Yugoslavia” por algunos—, hace unos ayeres fue una de las fábricas de cigarro más importantes de la ciudad. Frente al mercado de San Juan Gourmet se encuentra una planta de Teléfonos de México que tiene una peculiar arquitectura: enormes bloques de concreto, geométrica, minimalista y algo fría. Resulta que esta fue construida en los terrenos donde, desde 1890, El Buen Tono fabricó los cigarros más codiciados del siglo XX.

La Compañía Cigarrera El Buen Tono fue una de las más prósperas e influyentes empresas de la época porfiriana. Supuestamente Ernesto Pugibet, dueño de la fábrica, se hizo famoso por inventar una máquina que producía cigarros sin pegamento. En el enorme terreno se encontraba la cigarrera, lujosas oficinas administrativas, dormitorios para los trabajadores y hasta la mansión de la familia Pugibet. El ocaso llegó en 1961, cuando fue adquirida por Tabacalera Mexicana y el espacio comprado por Grupo CARSO.

Foto: Twitter (@CvillasanaS)

9. Una inusual plaza de toros de la Condesa

Seguramente has escuchado que la colonia Condesa fue, hace más de 100 años, una enorme hacienda. Pues en un rincón de estas vastas tierras se edificó la que sería “la mejor plaza de toros del mundo”: el Toreo de la Condesa. Para ser exactos, este lugar se encontraba en el área que hoy en día ocupa el Palacio de Hierro de Durango, incluso mucha gente cree que la estructura de este es la misma.

De 1907 a 1946 el toreo de la Condesa brindó algunos de los espectáculos más aclamados por el público mexicano. Específicamente la alcurnia que vitoreaba al ver a los matadores de talla internacional. Su vida fue intermitente ya que algunos regentes prohibieron las corridas de toros —¡Eso!—. Años más tarde fue vendido y desmantelado para trasladarlo a Cuatro Caminos, dejando el área libre para nuevas construcciones.

Foto: Twitter (@Cuauhtemoc_1521)

10. El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México

Hoy nos parece insuficiente, pero en su momento el Aeropuerto de la Ciudad de México fue una obra vanguardista y moderna. La actividad aérea en la ciudad empezó a realizarse en 1908 en los llanos de Anzures, donde se voló el primer planeador. Años después se trasladó a la Jardín Balbuena para aprovechar los terrenos despoblados y alejados del centro. Así es como comenzaron a gestarse los primeros proyectos para construir un aeropuerto en la ciudad.

En 1939 se inaugura el puerto Aéreo Central de la Ciudad de México, construido por la SCOP y Mexicana, ahora sí para recibir un par de aviones semanalmente, ya que esto era un lujo que pocos podían darse. Fue hasta los cincuenta que se llevó a cabo una ampliación de las pistas y se añadió la torre de control, así como la vemos hoy en día. Si bien el aeropuerto ha sufrido importantes modernizaciones, sigue teniendo esa vibra vintage, por no decir viejita, en cada uno de sus pasillos.

Aeropuerto CDMX antes
Foto: Twitter (@KeDesastre)

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