Tras una manita (manota) de gato que duró varios meses, el bar del hostal Mundo Joven Catedral reabrió sus puertas, convertido en la terraza con la vista más espectacular del Centro Histórico. Lo siento, El Mayor.

En esta nueva etapa, la enorme barra en la parte central, el buen sonido y la curaduría musical –a cargo de Alain Hellion– son lo más importante. Los jueves y domingos hay bandas en vivo, y su oferta es realmente ecléctica: jazz, son cubano, reggae y norteño. Las noches de viernes y sábado es el turno del house, por lo que verás al dj residente (Alain) alternando con los djs invitados.

El ambiente sigue siendo relajado, muy similar al de la época en la que el lugar sólo abría para sus huéspedes. Aquí vienes a sentarte tranquilamente en la barra y bien puedes toparte con el australiano greñudo que lleva ocho meses viajando, o con el abogado estresado que acaba de salir de la Suprema Corte.

En la barra sólo hay clásicos a precios muy accesibles: buenos mezcales, buen tequila y cerveza helada. Para botanear, tienen una pequeña carta con opciones que no fallan: nachos, tacos y tapas.

El que fuera el centro del universo para los mexicas, tiene un nuevo templo desde donde es posible contemplar el asombroso momento en que la diosa de la tierra (Tlaltecuhtli) devora al Sol por el poniente.