Un antro con sangre regiomontana llegó a la urbe chilanga para complacer a quienes buscan un lugar con música popera y para ligar gente guapetona. República del Distrito se esfuerza por conservar el clásico ritual de la cadena ruda. Si eres de los que sienten placer en el acto de ser elegido por “Chepe” para entrar o no, este lugar es para ti, pero si eres alérgico al mirreynato, mejor ni te acerques. Es difícil que entren grupos grandes y se complica más si los integrantes son sólo hombres, que después de superar la cadena tienen que pagan 300 pesos de cover; las niñas cero pesos.

Aquí lo que importa es la apariencia: si eres un chico alto y de cuerpo escultural ya la hiciste y si eres chica, obviamente los escotes y minifaldas siempre son bien recibidos. Si no tienes nada de eso tendrás que sacar tus mejores habilidades con el cadenero, aunque eso no garantiza que entres.

República del Distrito, se encuentra dentro de Plaza Zentro (en donde estaba Don Quintín Polanco) y se ha ganado rápidamente la reputación de lugar exclusivo y fresón. Aunque es pequeño, destaca la decoración tipo “vintage”, excelente iluminación y audio (que permite escuchar al otro y se agradece). Como tip, si quieres guardar tu abrigo, tienes que dirigirte al baño.

La leyenda “República” corona la barra, en la que no encontrarás tragos súper elaborados, más bien coctelería clásica. Si quieres probar algo distinto, lo más recomendable es el de la casa, que lleva el mismo nombre y se trata de un vodka mezclado con licor de mandarina, curazao azul y jugo de naranja. Para acomodarte en una de las mini-salas -hay muy pocas- que se encuentran justo frente a la pista de baile, debes pedir una botella; de lo contrario, tendrás que ir por tus tragos a la barra.

La atmósfera es sofisticada y energizante, el género que predomina es el pop. Algunas rolas retro que pone el dj son cumplidoras para la fiesta pero podría perfeccionar los cambios de música. Cuando el lugar está lleno y los tragos están en el clímax es muy probable que pongan rolas para bailar, incluyendo reguetón y salsa. Es entonces que la fiesta se arma.

Destaca que la gente que asiste es una mezcla entre fresas, godinez cool y extranjeros de treinta años promedio, por lo tanto están más abiertos a interactuar con otras personas y eso potencializa el ligue y la buena onda, a diferencia de otros antros fresas en los que asiste gente joven que arma grupitos y evita socializar con el resto.

Cover: Hombres $300

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