Victor Wooten hace con el tiempo lo que se le antoja. Lo pone de cabeza, lo acelera o hasta se lo salta. Su talento en el bajo es incuestionable y la semana pasada dio cuenta de ello en la Ciudad de México.

Las primeras notas expulsadas de su instrumento de cuatro cuerdas estremecen las paredes del Lunario e inmediatamente arrancan los gritos de sus seguidores. Sí, sólo unas cuantas notas para exhibir la energía contenida en este estadounidenseafroamericano.

La palabra más atinada para describir las presentaciones en el DF de este hombre de 50 años es: divertida.

La industria de la música lo ha calificado como el Michael Jordan del bajo. Exagerado o no, lo cierto es que posee una habilidad extraordinaria para tocar. Sin embargo, Victor no cae en la tentación de saturar sus presentaciones de solos complejos y barrocos. Cada nota se gana su espacio y el bajo no pelea protagonismos con la guitarra de su hermano Regi o con la batería de J. D. Blair.

Además, los tres músicos juegan sobre el escenario y hasta bailan al ritmo del funk. Regi por ejemplo imita algunos pasos de James Brown y J. D. Blair se pone una baqueta en la boca y la golpea con el otro palo para tocar unas notas de Tequila, la pieza musical de finales de los cincuenta.

La presentación de The Victor Wooten Band incluyó una pulcra versión de Yesterday, de Los Beatles, y Kashmir, de Led Zeppelin.

Pero el espectáculo manda y por ello se incluyó un mano a mano entre los hermanos Wooten. Un duelo entre bajo y guitarra que se iba acelerando y saturando de notas de manera paulatina hasta terminar con un cruce de manos, en donde, sin quitarse de encima sus instrumentos y parados uno frente al otro, Victor tocó las cuerdas de Regi y viceversa.

Ya enfiestados degroove, los músicos cerraron con el intercambio de sus instrumentos y una aceptable improvisación. Qué más daba si no lo hacían a la perfección, lo importante era divertirse y transmitir esa alegría a sus fans. Y lo consiguieron.