¡Ah, qué tiempos aquellos! Parece que fue ayer cuando acudías a sacudir la mata al ritmo de los acordes pesados, bebías chela como cosaco y te clavabas al slam para dar unos buenos cocolazos. Si eras un rockero en tus años de juventud sabes de lo que estamos hablando.

La nostalgia invadirá a los rockeros de corazón, quienes seguro soltarán una lagrimita de Remi al recordar estos lugares donde seguro iban a mover la mata y a echar la chela. Muchos de estos amantes del rock hoy son todos unos godinazos, padres responsables y ejemplares, pero hubo un tiempo donde se desgañitaban en estos lugares escuchando a sus ídolos.

Éstos son algunos lugares que seguro extrañan:

Rockotitlán

El lugar por excelencia del rock hecho en México. Abrió sus puertas en septiembre de 1985 gracias a la idea de Sergio Arau, miembro fundador de Botellita de Jerez, y su hermano Fernando Arau (“El Chicho”, de Cachún Cachún ra ra). Ahí se presentaron infinidad de grupos que hoy en día ya son leyenda, como El Tri, Caifanes, Botellita de Jerez, Maldita Vecindad y demás.

Cuando abrió sus puertas, en un segundo piso en Insurgentes y casi Eje 5, hacia el escenario había sillas para ver a los grupos, pero después eso cambió, para dar paso a mayor libertad de los asistentes. La decoración era muy al estilo de Sergio Arau, el Uyuyuy, con su Art Nacó y se podía echar la chela a gusto o unas cubas, muy de aquellos años. Después el lugar lo tomó Tony Méndez, bajista de Kerigma. El tiempo cobró factura y el viejo Rockotitlán tuvo que partir a los rumbos de Miramontes, pero allá ya nada fue igual y desapareció a principios de los 2000.

LUCC

La Última Carcajada de la Cumbancha, así se llamaba este legendario antro que se ubicaba en la calle de Perpetua, en la colonia San José Insurgentes. El lugar desentonaba con la zona (un tanto nice). Ahí se presentaron todos los grupos que hoy son sumamente conocidos, como Café Tacvba, Maldita Vecindad, Caifanes, Mano Negra y otros.

El lugar era una casa con varias habitaciones y el escenario principal estaba en una más grande. Al ser una casa, el calor se encerraba cañón, por lo que siempre será recordado por ser un verdadero sauna. Lo que rifaba era la chela y conseguir una de la barra era una verdadera travesía, pues el lugar siempre estaba a reventar, además de que siempre se armaba el slam (salvaje, nada de ñoñerías), por lo que regresar a tu lugarcon la cerveza intacta era una misión casi imposible.

La Diabla

Ubicado en Rio Rhin, en la colonia Cuauhtémoc, La Diabla fue uno de los antros preferidos de los rockeros de los 90. Sonaban rolas de rock en inglés y en español, en aquella época donde aparecía el grunge y donde el rock nacional rifaban grupos como Santa Sabin, Maldita, La Lupita, La Cuca, entre otros. Al igual que los antros de la época, lo que más rifaba era la chela. Se presentaban grupos conocidos y algunos que empezaban a picar piedra, tratando de emular a los consagrados. Todo un recuerdo.

Rock Stock

Uno antro más de los legendarios era el bien amado Rock Stock. Ubicado en Reforma y Niza (en la glorieta de la palma, en la Zona Rosa) este antro abrió sus puertas en 1987 y era una forma de extensión de la estación de radio Rock 101. El escenario estaba ligeramente elevado y todos los presentes podían ver bien desde cualquier punto. Exactamente enfrente del escenario estaba la barra que siempre estaba llena y llegar a pedir una chela era complicado. Para que llegara rápido esa chela a tu mano, ayudaba mucho dejar la propina en los frascos o vasos que estaban a lo largo de la barra.

Algunas mesas eran tambos y la decoración era muy underground. Se presentaban grupos nuevos y algunos consagrados, incluso en las tardeadas que se organizaban, donde la banda preparatoriana que no llegaba a la mayoría de edad, podía ir con toda tranquilidad a armar el slam.

El Callejón

Un antro que vivió su esplendor a mediados de los 90, donde se podía escuchar rock en inglés y en español y estaba muy ligado a la estación de radio Orbita 105.7. Ubicado al sur de la ciudad, en Insurgentes Sur, ya muy cerca de Eje 10, tenía una decoración muy alternativa, con tambos de agua como mesas y el típico aserrín en el piso.

Era un lugar agradable y muy relax, donde además de escuchar buen rock, podía echar el trago (en esa época nadie le añadía el adjetivo “coqueto”) y ligar a las chicas guapas que andaban por ahí con ese look noventero de vestidito floreado y botas Doctor Martens (sí, hipsters, lamentamos decirles que estas botas que ahora están de moda, ya las usábamos desde hace mucho).

Foro Ideal

Otro antro en la zona sur que rifó por un tiempo. Ubicado en la calle de Frontera, en Tizapán, San Ángel, el Foro Ideal se ubicaba donde antes era el Cine Ideal. De hecho, mantuvo cierta estética de ese inmueble, que era sumamente amplio y con estilo art decó.

Incluso, se respetó la forma amplia y un poco hundida que tenía el cine, lo que daba la total libertad para escuchar buen rock noventero y echar la chela. Era un poco más fresa que los legendarios LUCC, Rockotitlán o Rock Stock, por mencionar a algunos, pero no dejaba de ser un antro para disfrutar de buena música.

La Iguana Azul

Un antro rockero en una casona de la Roma. Ubicado en la calle de Colima, muy cerca de Insurgentes, La Iguana Azul era un buen lugar para rockear, echar tragos y escuchar a grupos nuevos. Al ser una casona de tres pisos, en algunas ocasiones dividían el lugar para hacer performances, áreas para proyectar películas y, evidentemente, para que grupos tocaran. En los 90 hicieron su aparición grupos como Sekta Core, Los Esquizitos o el Comando Groovy (del fallecido Abel Membrillo).

¿Qué otros sitios para rockear de los 80 y 90 recuerdan? ¿A cuáles de esta lista fueron?

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