Un teatro de Buenos Aires, eso es lo que El Plaza Condesa parecía por la noche del domingo al recibir a tantas y tantas playeras de la selección argentina de fútbol, de Boca Juniors y de River Plate. Ésta fue la manera en la que todos sus portadores, y portadoras, le daban la bienvenida a Bersuit después de tres años de ausencia en nuestra ciudad.

Ya entrada la tarde, específicamente a las 7:30, subió al escenario una banda que nadie esperaba, Segregados. Sin embargo, éste capitalino grupo que en sus propias palabras son músicos que se conocieron en un penal y que conforme han ido saliendo se han incorporado a la banda, lograron llamar la atención y sobre todo calmar la impaciencia del público que casi llenaba el ex cine ubicado frente al Parque España.

Por cerca de 40 minutos, estos chilangos dieron un buen show, lleno de ska, letras rápidas, políticas y las clásicas consignas y mentadas de madre hacia los políticos de este país.

Una hora más tarde de que subieran al escenario, llegó el turno de que El Plaza explotara en una ovación al momento de que los argentinos con sus ya clásicas pijamas subieran al escenario para comenzar su show con “Huayno 14”, canción que también abré su más reciente disco, El baile interior.

Los grandes éxitos no se hicieron esperar, pues apenas la segunda canción se trató de “La soledad”, sin duda una de las canciones más queridas por el público mexicano y que desde ese momento los puso a cantar. “Va por chapultepec” recibió una gran ovación al ser anunciada, por obvias razones, mientras que “Vuelos” probablemente fue la más aplaudida, pues fue dedicada a los desaparecidos de la dictadura argentina, y a los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

Ya para la segunda mitad del concierto, los vocalistas Daniel Suárez y German Sbarbati recordaron un show en el que solo hubo siete asistentes, terminaron en casa de uno de ellos y ahí mismo compusieron la canción “Negra murguera”, la cual obviamente siguió en la lista y puso a bailar a los cada vez más prendidos treintañeros (y uno que otro más joven). El baile siguió con todo con “El baile de al gambeta” y poco después llegó el turno de “La petisita culona”, en la que como ya es costumbre en los show de la Bersuit, subieron al escenario varias chicas del público a bailar y mover el trasero.

“Porteño de ley” sonó antes de que la banda fuera a descansar y dejaran a su guitarrista en el escenario para que ejectuará algunos fragmentos de clásicos como “Smoke In The Water” de Deep Purple y “Heartbreaker” de Led Zeppelin. Cuando la banda completa regresó, “El viejo de arriba” puso nuevamente a bailar al público y ya no los soltó, pues “Sr. Cobranza” inició con los arreglos de la anterior tomándolos por sorpresa.

Finalmente, después de la explosión, brincos y gritos con el clásico original de Las Manos De Flippi, llegó “Yo Tomo” y con ella, las parejas con sus pasos de cumbia y una despedida más después de “Me Voy”.

Minutos después, todo terminó con “La bolsa” y la tierna y romántica “Un pacto”.

Casi dos horas de cánticos futboleros, de gritos, de “barra bravas”, de baile, de cumbia, de rock y sobre todo de argentinidad, aunque fuera chilanga.

Bersuit: ojalá cumplan su promesa de no tardar tanto en volver, aunque al final del día siempre volvés.