Es algo así como el Arjona británico. Sacó un comunicado de prensa, en su página oficial, después de meses de amenazas, diciendo que se retiraba del mundo de la música.

Nos da mucha pena y mucha lástima. Todo mundo se burló de él demasiado, durante muchos años, sin misericordia. No había pasquín musical que no lo usara como punto de referencia de lo patético en algún momento. Lo insultaban. Lo desdeñaban. Lo abominaban, le faltaban siempre todo el respeto. Pura miseria. Lo trataban como basura.

Y aún hay más: logró perder mucho del oído, se dislocó una vértebra y no puede ya mover los dedos y tuvo varias crisis nerviosas. La condición emocional que su vapuleada carrera solista le había traído lo llevó, cuentan rumores, al borde del suicido. Todo por ser mal músico. Nada más.

Pobre Phil Collins. Llegó al límite de reconocer que sus discos eran malísimos, que a él era lo que le gustaba, que no podía hacer más… que desaparecer.

En su memoria musical, golpeada y rechiflada, hacemos lo propio, nos subimos a la ola de la humillación: te presentamos las PEORES canciones de Phil Collins, en la historia, para siempre, con sus respectivos (cuando aplica) videoclips.

Pobre.