Definitivamente el número tres es un elemento cabalístico. En muchos juegos hay que juntar tres o más piezas para formar un grupo que nos permita continaur con el reto. Zuma es uno de esos juegos que pertenece a esta categoría, pero en lugar de tener un tablero para hacer tus movidas, aquí las piezas van avanzando sobre una misma línea, tú determinas en dónde debes disparar las pelotas y evitar que el gusanito llegue al final de la línea. Además el de incrementar el tiempo, las líneas iban complejizando sus formas para freír las neuronas del gamer.