¡Ah, el amor!, sentimiento por el cual somos capaces de cambiar y de hacernos mejores personas, de abandonar el vicio, la perdición, la maldad gacha y diabólica que nos caracteriza. Un día de pronto despertamos y… ¡zas!, descubrimos que Cupido, nomás por pura cábula, nos ha flechado.

A veces, sin embargo, la flecha del amor no se clava en nuestro corazoncito, sino en el de nuestro mejor amigo o amiga. Entonces, la película es otra: la magia amorosa que experimenta nuestro cuate nos afecta, e incluso llegamos a desear que esa relación llegue a su fin (¿envidia yo?, ¡para nada!).

De tal suerte, si alguna vez tu carnal del alma, tu miguis miguis, tu valedor de valedores te ha cambiado por una zorra destruyeamistades o por un idiota muerto de hambre, seguro has sufrido alguna de estas situaciones:

1. Ya nunca tiene tiempo para ti, pues prefiere hacer cochinadas con su novia o novio, que disfrutar de tu espléndida compañía.

2. Cuando después de tanto rogarle acepta salir contigo, ya no es como antes cuando le podías contar a solas tus cosas y secretos; ahora siempre llega acompañado de su Yoko Ono, y ni modo, tienes que convivir con “la pareja ideal”.

3. Cambia su foto de perfil en Facebook, donde salían tú y él en pose de rockstars (sacando la lengua y con caguama en mano), por una grotesca imagen con el amor de su vida (¡qué descaro!).

4. Ya no celebra su cumple contigo en una cantina o en un table dance de mala muerte, sino con su pareja en algún restaurante mamilón de Polanco o de la Condechi.

5. Para tu best friend no eres un soltero codiciado, sino un forever alone: siempre critica tu estilo de vida y te quiere “dar consejos” para dejar atrás la soledad.

6. A wilson quiere enjaretarte a algún amigo o pariente de su novio para que andes con él (¡ni que estuvieras tan urgida!).

7. Cuando platican (por fon, pues en vivo resulta casi imposible), el tema siempre es la magia del destino y la inmensa felicidad que vive en su relación.

8. Te da gacho el cortón porque, según su pareja, eres un ser lleno de envidia y una mala influencia en su vida.

9. Antes, tu amigo y tú se burlaban juntos de la humanidad, maldecían a gusto a los enamorados, pero ahora tienes que aguantar sus estados ridículos y cursis en Facebook, en los que todavía tiene el descaro de etiquetarte.

10. Ya no tienes con quien ir de compras (a la gran barata de la Lagunilla, a la sex shop más afamada de Tepito), ni con quien jugar al burro castigado. Ella, tu mejor amiga, sí.

Hasta aquí esta lista, querido chilango. Eso de cambiar años de amistad por una falda corta o una cartera hinchada no está nada bien, pero qué le vamos a hacer, así suelen ocurrir las cosas. En fin, si has sufrido una situación así, échanos tu comentario, total, todo queda acá entre nos.

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