Por fin podrás gritar como lo hizo Mel Gibson en Braveheart:

La libertad es tuya. No más horarios para llegar a casa; ni un reclamo más por no lavar tus platos; no más discursos en los que te digan que “este hogar se respeta, ¡no es un hotel!”.

Por fin empacaste tus chivas y te fuiste a vivir sola en un departamento. El lugar está coquetón. Quizá no es el loft de lujo que querías, pero al menos tiene mucha luz y te queda cerca del Metro.

Una vez que dejas caer la última caja con tus cosas, te preguntas: ¿cómo diablos lo voy a decorar? Bien, no hay por qué temer, pues sólo Judas temió. Aquí te damos algunos consejos para que le saques provecho a tu nido sin que tengas que dejar de comer durante un año ni hacer que tu cartera tiemble de terror.

Si rentas el lugar, lo ideal es invertir en cosas que no perjudiquen el departamento. Ya ves que los caseros se ponen fresas cuando uno decide salirse de ahí, pues te quieren cobrar hasta el clavo que pusiste en tu cuarto para colgar una foto de tu abuelita.

Si lo que quieres es que sea agradable a la vista, sólo necesitas hacer algunos ajustes.

1. La pintura

Éste es un punto clave. Te ayudará a darle luminosidad y a que se vea más colorido. Si todo el departamento es de color amarillo huevo o de algún otro color que no te agrade, puedes optar por el blanco y elegir ciertas paredes para pintarlas en los colores que prefieras. Recuerda que el azul ayuda a tranquilizar; el naranja, a despertar el apetito; el rojo aumenta la pasión y los impulsos.

Lo mejor es que elijas colores que no te cansen la vista y que combinen con tus muebles.

¿Cuánta pintura debo comprar?: para calcular los metros cuadrados que se van a pintar, mide el perímetro de las paredes y multiplícalo por la altura. Resta los metros totales de las áreas que no se pintan como ventanas, puertas, clósets. Una habitación pequeña, que mida ocho metros cuadrados, necesitaría cuatro litros aproximadamente. Con estos datos podrás llegar a la tienda de pinturas y te aconsejarán cuánto es lo indicado para ti.

2. Los muebles

Comprar muebles quizá parezca algo que sólo los millonarios pudieran hacer, pero no necesariamente tiene que ser así. ¿Has visto los palets de madera que se usan en los mercados para poner la mercancía? Bien, pues de ahí puedes hacer tus muebles.

Júntalos para formar la base de tu cama. Amárralos para que no haya riesgo de que se separen cuando te eches un brinco con tu pareja. También puedes hacer mesas o un buró. Esta tendencia está de moda actualmente y si le quieres meter más color, sólo necesitas pintarlos.

¿Dónde los consigo?: puedes recorrer algunos mercados grandes o en bodegas, ahí siempre tienen. También está la opción de comprar nuevos, aquí te compartimos un sitio para ello.

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Pallets (iStock)

3. ¿Y las visitas?, apá

Probablemente estás planeando hacer un ágape de bienvenida a tu nuevo nido. Si no cuentas con muebles suficientes para recibir a toda tu banda, puedes optar por colocar varios cojines. Son económicos y puedes combinarlos con los colores que hayas elegido para tu depa.

4. Los sagrados rollos de papel vacíos

Si eres de esas personas que no puede ver una pared vacía, pero que tampoco gana fortunas para poder comprar un Monet, entonces has llegado al sitio indicado. Guarda los rollos de papel vacío y píntalos en diferentes colores. Crea figuras con ellos, algo así como esto:

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Rollos (Nancy Martínez)

5. Las fotos son tu pastor, nada te faltará

También se trata de hacer que tu espacio se vea personalizado y no que parezca una linda oficina. Imprime tus fotos, ya sea en una tienda especializada o en tu casa y pégalas en las paredes. Aquí hay de varias sopas, ya sea que las enmarques con cinta adhesiva de diferentes colores o que les formes un marco con pintura.

Otra opción es colgarlas con pinzas en series de luces. Iluminarán algún rinconcito de tu casa y lo harán más personal.

6. Guarda esas botellas de chela o de vino

Te pueden servir para poner flores o, si te late, hacer manualidades con ellas. Puedes pegarles cinta o mecate con pegamento.

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Botellas (iStock)

7. Las herencias

Si tus papás amablemente te heredaron esa mesa o silla vieja que siempre tuvieron arrumbada en una esquina, sácale jugo. Puedes pintarla, pegarle fotos y después aplicarle barniz. La silla también la puedes colocar a un lado de tu cama y usarla como mesita de noche.

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Silla vintage (iStock)

8. Plantas y hierbas aromáticas

¿Qué te parecería tener tus propias plantas aromáticas? Sólo necesitas comprar las semillas de lo que desees y sembrarlas, puede ser hierbabuena, epazote o albahaca. Colócalas en repisas donde les dé un poco el sol.

¿Qué otras ideas has implementado en tu nuevo hogar?

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