P-pero… ¿qué es lo que pasa?

Los fines de semana el suministro de agua disminuye. No, no es que te la corten, sino que el chorrito sale más chiquito, o de pronto a cierta hora ya no hay agua, pero nomás por algunos minutos, cosas así. Bueno: lo que está pasando detrás de todo esto es que están reduciendo el suministro así: 10% entre domingo y jueves; 25% los viernes, y 50% los sábados. La cosa es que administrar así el caudal del Sistema Cutzamala (que es el que abastece a la mayor parte de la ciudad) es, ya te imaginarás, un desmother. Así que la propuesta es que se reduzca el suministro en un 20% parejo, toda la semana. Eso quiere decir que si cinco personas viven en una casa y todos se tardan lo mismo al bañarse, una de ellas no podrá darse un regaderazo, a menos que los otros le bajen.

¿Cuál es el peor escenario?

El agua va a escasear cada vez más, eso es real. Los cálculos optimistas dicen que lo padeceremos realmente en unos 10 años; los realistas (que hasta parecen pesimistas) dicen que en tres. La neta, la neta, es que ya estamos sufriéndola. Así que el peor escenario es como de película: un centro abastecedor de agua en el que sólo se entregue un litro por persona al día, fuera del cual la gente se pelee por conseguir un poco más. Así que, ¿por qué no mejor te tardas menos al bañarte, dejas de regar con manguera y usas vasito para lavarte los dientes? Pero en serio.