Salía todos los días a recorrer las calles de la Ciudad de México, y cuando detectaba a alguien mal estacionado o tirando la basura, lo grababa para evidenciar la mala conducta de ese ciudadano con el fin de generar conciencia en las personas que lo veían.

No se llama Arne, sino Oscar; no usaba Periscope, sino una cámara JVC dañada por el Sol; no transmitía por internet, sino los fines de semana por la noche; no era 2016, sino 1983, y no era “City Manager”, sino “Ciudadano Infraganti”.

Tirantes y un micrófono

Oscar Cadena era un productor de televisión que tuvo la idea de hacer un programa de denuncia ciudadana en el canal 13 de Imevisión (la televisora del Gobierno que años después se privatizó y se convirtió en TV Azteca), y como todos los reporteros y conductores estaban ocupados, él mismo tomó el micrófono y, junto con un camarógrafo, salió a las calles a recoger testimonios e imágenes.

“El programa ‘Ciudadano Infraganti’, que inició el 25 de septiembre de 1983, era una charla de ciudadano a ciudadano”, explica Oscar, que hoy vive en Cancún, donde sigue dedicándose a la televisión.

Durante las primeras emisiones de este programa, que rápidamente llamó la atención de una audiencia que los domingos por la noche no tenía más alternativas que “Siempre en Domingo” (los millennials quizá no sepan que ese era un programa ‘de variedades’ que era conducido por el popular Raúl Velasco), Oscar no salía a cuadro, sino únicamente su mano con el micrófono. Pero una vez, un directivo del canal le dijo que “diera la cara”.

“En ese entonces, todos los conductores salían a cuadro de traje y corbata, pero yo les dije que yo iba a salir como andaba siempre: con mis jeans y mis tirantes. Fui el primero que salió así en la TV”, recuerda el que, antes de llegar a la televisora del Gobierno, fuera productor de emisiones informativos en Televisa, como “60 Minutos”, un memorable programa de “Periodismo de Fondo en Televisión” (ese era el slogan) que era conducido por un polémico periodista llamado Juan Ruiz Healy y que en su formato era muy similar a lo que después sería “Ciudadano Infraganti”.

Con una sonrisa

El policía que levantaba una infracción (o pedía “mordida”), el automovilista que se pasaba el alto, el taxista que se estacionaba en doble fila y el ama de casa que limpiaba su banqueta con manguera eran entrevistados por una persona que llegaba con una sonrisa y hasta bromeaba con ellos, pero que trataba de hacerles ver que estaban actuando indebidamente. No, no son Los Supercívicos, seguimos hablando de Oscar Cadena.

“En aquellos años no era común ver programas de ese tipo, por lo que había algo de miedo en el canal. Por eso, el director de Imevisión lo consultó con el entonces Secretario de Gobernación (instancia de la que dependía la televisora), Manuel Bartlett Díaz, quien le respondió ‘dale a ese pinche gordo 13 programas y mándalo al carajo’”, comenta Óscar.

Sin embargo, al final de ese plazo, le ofrecieron un contrato para continuar, el cual firmó… pero después de que aceptaran pagarle el doble. Durante los siguientes meses, el programa siguió posicionándose, y Óscar también, por lo que llegó al nivel que tenían algunas de las estrellas del canal en ese entonces, como Jorge Saldaña o José Ramón Fernández.

“Después ya no sólo hacíamos el programa en la Ciudad de México, sino que viajábamos por todo el País. Patrullábamos las calles entre 12 y 16 horas diarias en una camioneta en busca de un hecho relevante. Inclusive, había gente que me llamaba para denunciar problemas como basura y fugas de agua e íbamos a grabarlos”, relata.

“Cuando llegaba una persona y me decía ‘desde que veo tu programa no me estaciono en doble fila’, me daba mucho gusto, porque me daba cuenta que el programa sí había servido de algo”.

Otros momentos importantes del “Ciudadano Infraganti” se registraron durante dos de las catástrofes más grandes que ha vivido la Ciudad de México en toda su historia: las explosiones de San Juanico de 1984 y los terremotos de 1985. En la primera, él fue el único reportero que logró colarse hasta la zona más cercana de la catástrofe a bordo de una ambulancia, y en la segunda fue el primero en transmitir las escenas de destrucción que se vivían en las calles durante los primeros minutos de esa mañana del 19 de septiembre.

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Oscar a cuadro (YouTube)

“Un momento curioso fue un vez que vimos a un cuate pegándole a su mujer, por lo que llegamos a cuestionarlo y a defenderla, ¡pero terminé siendo agredido por la mujer!”, revela.

También fue parte de la cobertura que Imevisión hizo durante el Mundial de México 86, donde con un modesto programa llamado “Los Protagonistas”, le ganó en rating a Televisa e inició una competencia en la cobertura de los grandes eventos deportivos que permanece hasta la fecha.

Su jefe “El Tigre”

Después de esos rotundos éxitos en el canal 13, el mismísimo presidente y dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo (“El Tigre”), invitó a Oscar para que regresara a esa empresa.

“Mi jefe directo era Azcárraga, y la única indicación que me dio fue: ‘No te metas con el Presidente, con la Virgen de Guadalupe, ni con el Ejército. De ahí en fuera, madréate a quien quieras’”, revela.

Oscar había empezado su carrera en la televisión en 1968, cuando era musicalizador del Canal 5 del entonces Telesistema Mexicano (que años después se convertiría en Televisa) y en la oficina de Luis de Llano (el papa del otro De Llano); también fue continuista de canal 4, asistentes de producción, camarógrafo, editor y productor de noticiarios. Es decir, recorrió casi todas las áreas de la TV.

También en Televisa había producido exitosos programas de la televisión de los 80, que muchos cuarentones recordarán bien, como “Increíble” (con Virginia Sendel y Félix Cortés Camarillo) y “Fantástico Animal” (con Fito Girón).

Pero en esta segunda llegada a la televisora de la Avenida Chapultepec siguió realizando su concepto de “Ciudadano Infraganti”, el cual sólo cambió su nombre a “Cámara Infraganti”.

Ya era un personaje con más poder, por lo que también presentaba a empresarios y funcionarios, pero siempre hablándoles “de ciudadano a ciudadano” y sin perder el estilo de denuncia.

“También me mandaban a llamar Gobernadores para que la gente de sus estados tomara conciencia sobre ciertos temas, porque también de parte de los ciudadanos había conductas que dejaban mucho que desear”, subraya.

Uno de los programas más memorables de esa etapa fue el de los conciertos de Rod Stewart en el estadio Corregidora de Querétaro, el cual marcaría el regreso de los conciertos masivos a México.

Nuevos formatos

En sus programas de denuncia, Oscar Cadena incluía pequeños sketches en donde se burlaban críticamente de las situaciones que presentaban durante la emisión, inclusive con algunos chistes que hoy serían políticamente incorrectos.

“Los programas de televisión deben tener un equilibrio entre el entretenimiento y la diversión, sólo así captas la atención del público”, reitera.

También fue pionero en la televisión mexicana de los programas de cámara escondida y de “sopa de videos” (en los que la gente mandaba videos con situaciones graciosas). Finalmente, en 1998, consideró que ya había completado un ciclo y dio por terminada su etapa en Televisa.

Hoy sería peligroso hacer lo mismo

Durante los años que duró el “Ciudadano Infraganti”, Oscar no estuvo exento de problemas fuertes con personas poderosas que lo amenazaron y con ciudadanos comunes (alguna vez hasta lo encañonaron en la cabeza mientras grababa en la calle), pero dice que actualmente sería muy riesgoso repetir un concepto como ese.

“Hoy es muy peligroso porque cualquier persona te puede soltar un balazo. Antes, si veía que alguien en el asiento del coche traía una metralleta, me acercaba y le preguntaba por qué la tenía; pero ahorita, ese mismo güey me mataría a mí, al camarógrafo y a los productores”, indica.

“Han empeorado muchas cosas desde que hacía el ‘Ciudadano Infraganti’. Ahora somos más irracionales’”.

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Oscar denunciando (YouTube)

Los Supercívicos y Arne

Como buen productor de televisión, Oscar se mantiene al día en los contenidos que se generan en internet.

“Me gustan mucho Los Supercívicos, aunque me parece que chambean muy poco, no son constantes, como que viven de otra cosa. Creo que deberían tener un programa de televisión y un equipo de producción aprovechando que la gente ya los conoce”, recomienda.

“Cuando yo salía a la calle a hacer el ‘Ciudadano Infraganti’ era muy respetuoso, siempre llegaba con una sonrisa aunque me los fuera a joder, tal como hoy le hacen Los Supercívicos”.

Sobre las polémicas transmisiones vía Periscope del City Manager de la Delegación Miguel Hidalgo, Arne aus den Ruthen, opina que el funcionario estáhaciendo las cosas muy bien, por lo que no entiende por qué la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal quiere prohibirle que los siga haciendo.

“Creo que sí funciona en algo cuando balconeas a alguien, siempre y cuando seas muy respetuoso, porque sólo así generas conciencia”, destaca.

Ahora todos tenemos una cámara infraganti

Para Oscar, gracias a la tecnología, en la actualidad todas las personas pueden hacer lo que él hacía en 1983.

“Hoy tenemos en los celulares una cámara con mayor calidad que la que tenían las cámaras que usábamos antes los profesionales, por lo que juntos podríamos hacer un cambio aprovechando la tecnología como ciudadanos”, apunta.

Dice que cuando él hacía su programa, llegó a recibir hasta 2 mil videos a la semana, cuando éstos tenían que enviarse físicamente en un casete vía correo postal o entregándolos personalmente en su oficina, por lo que hoy podría haber un mayor éxito gracias a la facilidad de transmitir imágenes.

“Todas las personas deben unirse y grabar las denuncias, en vez de estar tomando selfies y valiéndoles madres lo que sucede alrededor”, subraya.

“Es muy importante ser testigos cotidianos de nuestra vida, involucrarnos en todo y participar”.

Ha empeorado

Oscar dice que hoy, después de más de 30 años, los ciudadanos siguen desperdiciando el agua, contaminando ríos y tirando la basura en la calle.

“Parece que mientras más vamos avanzando, hay menos respeto”, reflexiona. Por desgracia, México es un país mal educado y por eso llegamos a ser tan irracionales; tampoco estamos educados para atacar la corrupción y la impunidad”.

El puntito verde

Durante los primeros años del “Ciudadano Infraganti”, un elemento que caracterizaba a las imágenes era un pequeño punto verde que aparecía en la parte inferior de la pantalla.

“Una vez, el camarógrafo dejó nuestra cámara encendida dirigida hacia el Sol, por lo que se formó ese pequeño punto en las imágenes que captaba. No quisimos cambiar la cámara porque ese punto verde se convirtió en el símbolo que identificaba al programa”, recuerda.

Oscar Cadena es hoy uno de los personajes más importantes de la televisión local de Cancún y toda una celebridad en Quintana Roo, realizando programas que nada tienen que ver con el “Ciudadano Infraganti”.

¿Tú te acuerdas del Ciudadano Infraganti?

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