El último partido de preparación del Tri inicióde la misma forma que los tres anteriores de la gira europea: con mentadas al Vasco por alinear a un pedazo de la selección de Corea/Japón y con el severo retraso mental de los comentaristas de las dos televisoras que transmiten a la Selección. En un canal gritaban… y en el otro también. Yo opté por ponerle mute y prender simultáneamente la radio. Al menos, como dice Nick Hornby, en radio el partido estaría emocionante: cada saque de banda es un gol potencial, cada barrida es digna de expulsión y el tiro de calcetín se vuelve trallazo.

México saltó a la cancha con el Conejo en la portería (lo cual hace creer que él serátitular en la Copa y de paso nos preocupa: un jugador que bien podría estar en Primera “A” el próximo torneo va a defender el arco mexa ante franchutes, charrúas y los bafana-bafana). Junto a él, un equipo que se asemeja mucho a lo que veremos a partir del 11 de junio: Paúl Aguilar, Ricardo Osorio, Rafa Márquez, Salsitas Salcido, El Maza, Torrado, Efra Juárez, Gio, Chicharito y Carlos Vela. La otra sorpresa fue Guardado en la banca. Dentro de todo, el esqueleto de los ratones verdes no se ve mal.

Italia también se lo tomó más o menos en serio (aunque tal vez sólo en papel): alineó a Buffon, Cannavaro, Criscito, De Rossi, Di Natale, Iaquinta, Gilardino, Zambrotta, Marchisio, Bonucci y Pirlo.

La azzurra empezó en friega, contrario a las costumbres de aglutinarse en su propia área hasta el ‘89, y para el minuto dos ya le habían dado al travesaño. Al igual que contra los ingleses, la mala nutrición de la defensa nacional se hizo presente: los italianos ganaron tranquilamente el cabezazo con base en músculo y altura.

En TV Azteca abrieron Wikipedia y soltaron datos sobre la liga italiana. En Televisa no sabían distinguir entre Inter y AC. En mi timeline de Twitter los hombres hacían chistes sobre los tacos rosas de la selección y las mujeres pedían close-ups de los italianos.

Y que al ‘17 México mete gol. Todos estábamos en otras cosas cuando Gio se limpió las lágrimas y le puso un gran pase a Carlitos Vela que definió raso, directo al bulto de Buffon, que colaboró un poco al dejar pasar el Jabulani.

Los comentaristas comenzaron a emocionarse. Se les olvidó el partido de Holanda y regresaron al primer tiempo contra Inglaterra. Los italianos nada más trotaban: se ve que van a agarrar ritmo por ‘ai del quinto partido del Mundial. Como siempre.

Al ’28 Italia volvió a tener un tiro de esquina y México volvió a sufrir. “Sí va a haber muchos tiros de esquina en la Copa del Mundo”, aclaró Luís García en voz de Jorge Campos.

Italia terminó la primera mitad en estado Cerati.

Lo único bueno del medio tiempo es que en Bimbo ya se dieron cuenta que nadie quiere hacer sandwich con el Chícharo. NOT.

Para la segunda parte salióRafa Márquez y entróPablo “Dinamita”Barrera, nuestro Messi región 4. Nada más que, cual Luís Hernández en Francia ’98, tuvo el gol del mate y lo dejóen un “ya merito”.

Luego llegó el Chícharo, solo frente a la portería a pase de Carlos Vela, y se tropezócomo si estuviera saliendo del News Divine.

Sustituyeron a Giovani por el Venado, o como dijo mi amigo @alexjoloy, el Vasco cambió su BMW por un Tsuru. Contra todo pronóstico, México apretó las tuercas y puso en problemas a la defensa de Italia. Luís García se convirtió en Julio César Chávez y le gritó “desgraciado” al árbitro por no marcar una falta en el área. Javier Alarcón comenzó a ver compló y aseguró que si la falta hubiera sido en el área de México el árbitro seguro marcaba penal. Peláez le hizo segunda. Rápido salió el nacionalismo derrotista ramplón. El “no quieren que los mexicanos ganemos”.

Obviamente el segundo tiempo bajóde gas con los cambios. Héctor Moreno entró por el Maza. Sacaron al Chícharo y Cuauhtémoc ingresó a ritmo de cámara Phantom, como dice otro amigo.

Al ’78 el Conejo se quedócongelado frente a las luces del coche que lo iba a atropellar e Italia casi empata.

Faltando siete, el Venado nos volvió a callar a todos los detractores y definió como lo que no es, un gran jugador. Obviamente el pase fue del ídolo de Tepito, que podrá no correr, pero es capaz de encontrar a un jugador sin marca en un elevador.

Italia descontó en el ’88… en un tiro de esquina. La defensa dejó que el cabezazo diera en el poste y que Bonucci contrarrematara a gusto. Italia sacó un segundo aire e hizo sufrir un poco a la selección.

Terminóel partido con un poco de angustia. La selección se vio lo suficientemente bien para que nuestra volubilidad volviera a tomar forma y nos creyéramos la posibilidad del quinto partido. Incluso hubo conato de Ángel.

México termino la gira con dos perdidos y dos ganados. Una de las victorias fue sobre el campeón del mundo.
Sigue Sudáfrica en ocho días, y con todo el altibajo del pre-mundial, me reservo el pronóstico.