Globero, hambriento y desmadroso, el chilango promedio también sufre de una suerte de orgullo citadino cuando el gobierno local logra alguna tontera: ahora hicieron la Rosca de Reyes más grande del mundo, de la historia y del universo mundial del universo. Nuestro carnal Marcelo se colgó y avaló el proyecto de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora.

720 metros de largo, 90 centímetros de ancho (¡una bicoca!) y como 2 mil kilos de peso tenía la roscona, que entre dedazos mugrosos y unos traguitos de leche desapareció en menos de media hora. Pocos alcanzaron y muchos se dieron la primera indigestada del año.