Si se te cae una pestaña, tómala con la mano, pide un deseo
y sóplale.
¿Por qué una pestaña, Señor
Don Zanassi?

Porque, lo creas o no, el Diablo colecciona pestañas
y, según
la tradición, perder una significa correr toda clase de peligros.

El Diablo colecciona pestañas.

Así que si se
te cae, colócala en el dorso de la mano, lánzala por encima del hombro, o ponla a la altura de la punta de la nariz, sopla para que salte y pide un deseo.

¡Ájale!, a que no se sabían ésta.

¡Qué locura! He desperdiciado tantas al
no aventarlas por encima del hombro…

Conclusión: El
Diablo es un travesti que anda de drag queen todos los fines con sus pestañotas
de colección.