Para los
ateos que ‘gracias a Dios’ no creen en nada de lo que dice la Biblia, esta
noticia podría gustarles…

Científicos
de Estados Unidos quieren robarle el crédito a Dios, pues aseguran que durante
el éxodo de los hebreos, Moisés pudo dividir las aguas del Mar Rojo por extrañas
condiciones meteorológicas y no por la mano de Dios.

En un
estudio, los investigadores señalaron que, basados en modelos computacionales, las
ráfagas de viento muy poderosas pudieron haber dividido las aguas del mar.

Los científicos explicaron que se necesitaba
la siguiente combinación: profundidad de alrededor de dos metros, ráfagas de
100 kilómetros por hora y 12 horas continuas de vientos; lo que nos daría como resultado: un canal de tierra
firme entre las olas.

¡Uyyyy,
ya se le cayó el truco a Moisés!