¿Cuántas veces te ha pasado que ves un corte en una revista y dices "así lo quiero"? Y allá vas, foto en mano, cabello de cavernícola, feliz porque lucirás igual que la actriz de la revista. Pero ¡oh sorpresa! Cuando la mujer que te cortó el cabello termina, después de que te dijo que sabía perfecto cómo hacerlo, te dejó, no como la de la foto sino como su mascota, como si en vez de haber ido a una estética hubieras ido al veterinario. Suele suceder muy seguido, sin embargo en esta infinita ciudad donde abundan los salones de belleza, clínicas, estéticas de uñas, spas tenemos que saber a dónde ir para que esto no te pase.

He aquí algunos ejemplos de lugares que logramos rescatar, en los que ofrecen todo este tipo de servicios con la seguridad de que alguno te acomodará para que la belleza no te cueste.