A sus 25 años de carrera, las disqueras consideran a Fernando Delgadillo «el artista perfecto», ya que llena foros y vende miles de discos sin hacerlos gastar en promoción. Entre el público, en cambio, es polémico y ha ganado tantos fanáticos de corazón como fieros detractores. Él parece no enterarse y, este mes, empaca sus rimas para dar una gira por todo el continente.

¿Qué ingredientes cocinan a un trovador?

Hay una canción que lo define: «Ni el problema más urgente me importa absolutamente si tengo tu corazón». El trovador es un buscador que atrae a la gente en torno a su guitarra (su compañía) para intercambiar impresiones.

¿Cuáles son los temas que definen a «la canción informal»?
El amor, el humor, las vivencias y el aspecto social. Quería llamarle así para no formalizar y no encasillarme en la trova.

¿Crees que tu música le gusta a los jóvenes?
No pierdo la esperanza, escribo para la humanidad y el porvenir.

¿Entonces eres como un poeta?
No, para serlo tendría que estudiar otras cosas.

¿Un músico subterráneo?
Creo que sí, pero he salido a flote porque se ha corrido la voz.

¿Cómo es tu público?
Ha sido un público enamoradón.

¿Crees que encontraste una fórmula con tu música?
No, sigo el camino de las canciones. Trato de presentar el tiempo que vivo, con las influencias que recibo, como me da mi cabeza.

Tu primer disco y el último suenan muy parecidos…
No, son distintos. En el primero –Con cierto aire a ti– elegí mis canciones favoritas de un compendio de siete años de escritura. Desde la isla del olvido es, en cambio, un disco temático con las visiones de un personaje en la isla de sí mismo.

«Hoy ten miedo de mí» es la canción que te hizo famoso en 1998, ¿te molesta que la gente te siga pidiendo que la cantes?
Hay algunas canciones que ya me aburren. A veces me piden una y les canto otra, al cabo me piden muchas.

Ahí dices que «llevas en la boca sabor a vencido», ¿ya no?
Ahorita no. En esa ocasión sí andaba muy triste.

Has dicho que tu música tiene influencias de Plaza Sésamo. ¿Es en serio?
Sí, de niño lo veía y ponían mucho folk y música de los sesenta.

En tus conciertos cuentas chistes entre las canciones
¿los ensayas o te salen espontáneos?

Sería más profesional preparalos, pero no lo hago. Le tengo miedo a la sobreactuación.

¿Qué piensas de otros trovadores? Arjona, por ejemplo.
Muchos hacemos canciones, cada quien lo mejor que puede. No es alguien que yo escuche.