Mariana: Grasosas, enormes y definidamente cutres. Las donas de "los chinos" (léase cafetería kitch con lamparitas colgantes) equivalen a los tacos de la calle. Sabes que son un exceso, sabes que después la vas a pasar mal pero que el sabor no se compara con nada que te hayas llevado a la boca antes. Por mí, que los chinos abusan de la manteca.

Andrea: Con esta dona tengo sentimientos encontrados. No me gusta su aspecto ni poquito (y creo que después de tres entregas de tragones se han dado cuenta que para mi es muy importante cómo se ven las cosas), tienen un color café oscurón que creo proviene de la grasa en la que están fritas. Sin embargo, cuando las pruebas el trauma no es tanto, aunque le falta un poco de carácter al chocolate.