Imagínate esto: sales del trabajo, muy cansado (a), con hambre y sueño. Trabajas cerca de la estación El Rosario y vives hasta Tepalcates y todavía falta mucho para que llegues a casa (y peor si vives solo y te toca cocinar). Cuando ya todo el ánimo se te va al carajito, entrando a la estación ves que hay algún vendedor con una canasta ENORME de dulces que cuestan un peso (o dos, si son las trufas de chocolate amargo). Y como no hay nada mejor para recuperar el ánimo que un dulce rico, bueno y barato ¿Por qué no? ¡Compras uno! O también hay puestos de “cosas nutritivas” y ahí manejan el amaranto con chocolate o hasta con choco-zucaritas. Si eso no es magia, no sé qué lo sea.

¿Recomendaciones?

Lo bueno del metro es que siempre encontrarás vendedores. Aunque si desconfías mucho de ellos, también hay puntos de venta (o “islas”) donde puedes encontrar postres, dulces o comidas individuales (¡Como pizzas!). Donde es muy fácil encontrar tiendas oficiales es en estaciones donde hay trasbordos (como en Tacubaya, Centro Médico, Chabacano, etcétera), pero en decenas de estaciones ya podemos ver que hasta te puedes ir camino a casa con un sundae de McDonalds. Y ya si te da flojera eso de hacerte algo en casa, ¿Por qué no llevarte una pizza? Si puedes, yo creo que DEBES.

Foto de [aquí]