Este juego del SNES marcó un estilo que se ha retomado en otros marios: jugar de manera lineal, ganarle al jefe, en este caso Bowser, y ya. O irte por otros caminos y adoptar un poco más la dinámica puzzle. Pero la verdad, lo que más me impresionó y por lo que más lo recuerdo es por poder montar a Yoshi, pelear desde él y tragarse a los enemigos. También la ventaja era la capa para volar.