Cinco curiosidades de la Ibero

Una de las universidades privadas más importantes de México es la Universidad Iberoamericana, la cual hoy está cumpliendo 73 años de que fue fundada.

A lo largo de sus historia, ha recorrido diversas zonas de la Ciudad de México y también ha vivido capítulos trágicos, como cuando un temblor, que por muchos chilangos es recordado como “El Temblor de la Ibero”, destruyó sus instalaciones.

Demos un recorrido por sólo cinco capítulos de su amplia historia.

Estaba incorporada a la UNAM

El 7 de marzo de 1943, la Compañía de Jesús (una orden religiosa fundada en 1534 por San Ignacio de Loyola y cuyos integrantes son conocidos como “jesuitas”) inauguró en la Ciudad de México una escuela de nivel superior llamada Centro Cultural Universitario.

La primera facultad fue la de Filosofía y Letras, la cual tenía 13 estudiantes y ocho profesores; además, estaba incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México, es decir, sus planes de estudios eran reconocidos por la Máxima Casa de Estudios, además de que ésta emitía sus títulos.

En 1945 se abrieron las carreras de Ingeniería Química, Química y Química Farmacobiológica; para 1947, se abrió la Escuela de Letras y para 1948 se empezó a impartir la carrera de Psicología.

En 1951, ya había 186 alumnos inscritos y, tras una reestructuración, el Centro Cultural Universitario cambió su nombre por el de Universidad Iberoamericana. En 1973, la Secretaría de Educación Pública le otorgó el reconocimiento de validez oficial, por lo que ya podía crear sus propios planes de estudio.

Los primeros campus

Conforme iba creciendo, la Ibero recorrió diversas zonas de la Ciudad de México.

Las primeras clases del Centro Cultural Universitario se impartieron en una vieja casona ubicada en Avenida Hidalgo 120, pero a mediados de 1951, la propietaria, que se las había dado en “comodato” (se las prestó, pues) se las pidió de vuelta.

Por lo tanto, la que ya se llamaba Universidad Iberoamericana, se mudó a Insurgentes Sur 1967 (en el rumbo donde hoy está Plaza Inn), donde se encontraba el Colegio Franco-Español, y cuyo dueño ofreció sus instalaciones para que las usaran durante los horarios en las que se encontraran desocupadas.

Pero la Escuela de Ciencias Químicas tuvo varias sedes por falta de espacio, como la calle de Guanajuato (en la Roma), luego en San Cosme y después en Insurgentes Sur, muy cerca de Mixcoac.

Asimismo, entre 1955 y 1961, las escuelas de Historia del Arte y de Arquitectura de la UIA se localizaron en Altavista, en lo que hoy es el restaurante San Angel Inn.

Para 1956, cuando ya impartían 10 carreras y tenían casi 600 alumnos, se tuvieron que mudar a su propio campus, que se localizaba en Zaragoza 84, en los límites de Coyoacán.

En 1961 empezaron a construir su nuevo campus, el cual inauguraron un año después y que se localizaba en la Campestre Churubusco, donde hoy se localizan las oficinas de la aseguradora GNP, en Avenida Cerro de Las Torres.

El temblor de la Ibero

A las 5:07 de la mañana del 14 de marzo de 1979, se registró un temblor de 7.6 grados, uno de los más fuertes en la historia de la Ciudad de México, y que dejó como saldo la destrucción casi total del campus de la Universidad Iberoamericana.

Este campus fue diseñado por el arquitecto Augusto H Álvarez, el mismo que creó la Torre Latinoamericana.

Cinco días después, la ibero logró reanudar sus clases en la ESIME Culhuacán del Instituto Politécnico Nacional y otras instalaciones de la ciudad, para después ocupar unos salones provisionales dentro de su mismo campus de Churubusco.

En 1981, el Gobierno Federal donó a la Ibero un terreno en las entonces lejanas y despobladas tierras de Santa Fe para construir su nuevo campus, por lo que en 1984 arrancó una campaña financiera para llevar a cabo el proyecto.

Aunque la primera piedra se había colocado en 1982, la construcción se inició hasta 1985, como parte de un viejo proyecto que proyectaba a Santa Fe como una especie de “tierra de conocimiento”, por lo que también llegaron ahí empresas de tecnología y otras áreas.

En 1988 se inauguró el campus actual de la Ibero, donde hoy se imparten 34 carreras y 36 posgrados a cerca de 11 mil alumnos.

Los ‘Niños Ibero’

A mediados de los 70, las clases medias y altas en México tomaban fuerza antes de la llegada de la crisis de los 80, que prácticamente arrasó con gran parte de ellas. Uno de los símbolos de estatus de ese sector de la población era que sus hijos estudiaban en universidades particulares (por increíble que parezca, 10 años antes, los que tenían mayor estatus eran los que estudiaban en la UNAM o el Poli y los de las privadas no eran tan bien vistos).

Pero eso se convirtió en un cliché a nivel nacional cuando el cómico Luis de Alba, que por cierto era egresado de la UIA, popularizó en la televisión su personaje del “Pirrurris”.

Se trataba de una burla hacia esos jóvenes que hablaban con un tono característico (en los 80 se conocían como “fresas”) y usaban muletillas como “¿ves?” (el equivalente al “y así” de los Millennials), además de que ostentaban la riqueza de sus padres y su nivel de vida que los diferenciaba de los “nacos”.

Una de las características de ese personaje era que había estudiado en la Ibero, por lo que se empezó a catalogar de “Niños Ibero” a todo chavo que tuviera una posición económica acomodada.

Algunos (sólo algunos) egresados destacados

Así como Luis de Alba, en todos estos años, por las aulas de la Ibero han pasado importantes personalidades de la vida nacional, pero nombremos sólo algunos.

Vicente Fox Quezada estudió aquí Administración de Empresas y fue el primer Presidente de México egresado de una universidad particular.

El dos veces ganador del Oscar por Mejor Director, Alejandro González Iñárritu, también estudió en la Ibero, aunque no culminó sus estudios porque ya estaba iniciando su labor como locutor en WFM.

También aquí estudió Javier Aguirre, ex Director Técnico de la Selección Mexicana. En los 70, cuando ya era una estrella del Club América, se trasladaba todos los días del entrenamiento en Coapa al campus de Churubusco, donde se graduó de la carrera de Administración de empresas.

Hay muchos egresados más (¡e incluso todavía más destacados”, pero sólo tenemos espacio para mencionar a algunos.

Y tú, ¿qué opinas de la Ibero?

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