Manejar en el DF es una verdadera proeza porque además de cientos de obstáculos con los que puedes enfrentarte diariamente en tu camino es probable que también te topes con pésimos conductores como los siguientes. Ante ellos lo mejor es manejar a la defensiva y dejarlos pasar. Mejor que digan aquí se abrió que aquí chocó.

Camionetas de valores

Con el pretexto (o paranoia) de que pueden ser blanco de la delincuencia organizada y desorganizada, estos choferes no respetan limites de velocidad, semáforos, rampas para discapacitados, van a toda velocidad, son un peligro para los demás autos y sobre todo, ciclistas, motociclistas y peatones y además se estacionan donde se les pega la gana, incluso en carriles confinados. Se creen intocables.

Motociclistas que van entre carriles

Son un verdadero peligro, tanto para ellos como para los conductores. Además de creer que son de hule porque incluso van sin casco y hasta con dos personas o niños en la moto, rebasan por las líneas divisorias de los carriles. Son un lastre porque si vas a cambiar de carril debes fijarte bien no sólo que no venga un auto cerca, sino que además no se te aparezca de la nada este conductor rebasando entre autos, lo cual está prohibido.

Camiones materialistas

Además de que van sacando humo como chacuacos y provocan un ruido muy fuerte y espantoso (que también es contaminación) estos choferes suelen ir sin luces, no usan direccionales, te avientan la lámina para ganarte el carril y por si fuera poco suelen detener el tráfico en avenidas primarias y en cualquier calle para maniobrar y entregar los materiales que cargan sin que les importe la vida de los demás.

El (la) que va checando Facebook

En el DF a casi toda hora y en todo lugar hay un denso tráfico. Ya sea por este motivo o porque te tocó un semáforo en rojo, muchos chilangos y chilangas aprovechan para revisar el mensaje que les acaba de llegar a su teléfono o incluso para darle un vistazo a Facebook, Twitter, Instagram o incluso Tinder. Los reconocerás porque cuando se pone el verde no avanzan, tienen la mirada baja y sólo reaccionan con claxonazos. Es cuando sueltan el teléfono, tratan de avanzar pero el semáforo ya está otra vez en rojo.

Los traileros rápidos y furiosos

Creen que están manejando un auto deportivo. Pisan a fondo el acelerador y van a más de 100 km/h. Si tú vas en tu auto, ése sí compacto, sientes adrenalina de ver cómo te rebasa semejante animalón. Si es de noche o madrugada te los topas incluso en carriles centrales, subiendo puentes o en los pasos a desnivel. Son los que suelen quedarse atorados y provocar al dios de caos que rige a la Ciudad de México.

El (la) ansioso(a)

Tocar el claxon como si por ello el tráfico fuera a desaparecer (afortunadamente con el nuevo reglamento de tránsito esto ameritará multa de hasta 699 pesos). Tratar de cambiarse de carril a pesar de que eso sea imposible en el congestionamiento de Periférico, poner el desorden y en una fila irse hasta adelante para meterse primero que los demás. Meterse en el carril confinado o en sentido contrario si no hay patrullas cerca para ganar unos metros. Pasarse los semáforos en amarillo e incluso en rojo. Avanzar porque tienes el verde sólo para bloquear el cruce aunque sepan de antemano que no lograrán cruzar la calle.

¿Qué otro tipo de conductor es detestable en la jungla chilanga?

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