Prieta, mujer transexual, prostituta, indígena, zurda, daltónica y disléxica: esa mujer que interpreta a sus divas favoritas (Madonna, Britney, Celia) en un bar es la “Prietty Gouman”, un personaje que César Enríquez imaginó combinando historias de este México discriminatorio que subyace y que parece ajeno a la sociedad de los aparadores: «La historia de esta chica trans la tomé de dos momentos que me marcaron: la lectura que hice de Esclavas del poder de Lydia Cacho, sobre una prostituta real que le encanta la película Mujer bonita con Julia Roberts, que cree que alguna vez va a llegar el Richard Gere a rescatarla.

Eso unido al atentado a un bar gay en Orlando que fue una noticia mundial, comparado a las cuatro mujeres trans que asesinaron en Veracruz una semana antes, de las que nada se supo. Me pregunté por qué un gay de primer mundo parece importar más», dice Enríquez, que además le prestó su “morenitud” al personaje, para hablar de la discriminación tan enraizada en este país.

Enríquez es tres veces becario por el INBA como creador de teatro cabaret; tiene grandes logros, como ser parte de El Rey León, pero aún hay ocasiones donde, por su color de piel, lo tratan como “extra”. «Al ser un actor moreno he sufrido discriminación y no es cuestión de ser moralista, sino de hacer un acto rebelde, donde la gente también pueda reír un poco», dice Enríquez.

La Prietty canta, baila (con música en vivo, desde luego) y busca a su gran amor, este que le va a sacar de la sordidez en la que vive. «Hay elementos de crítica al sistema social, pero también se cuenta la historia de esta mujer, con un final que para algunos puede ser shockeante». Una producción sui géneris, de carácter casi obligado para esta ciudad y sus vicios no inclusivos.

Foro Lucerna, Lucerna 64, Juárez, Dramaturgo y director: César Enríquez, mié 20:30 h, $250, hasta el 6 de septiembre, boletos aquí