Mesón del Molinero es un bar al norte de la ciudad que cuenta con todo para que ya sea en familia, grupos empresariales, de amigos, o en pareja hagan de la comida o cena un momento memorable. Fue fundado en 1992 y desde entonces se ha convertido en tradición para muchas familias que acuden el fin de semana para reunirse y compartir la comida, y como el Mesón del Molinero cuenta con Mesolandia, un área donde los más pequeños se divierten, los adultos pueden hacer una larga sobremesa y conversar al calor de un trago.

La carta incluye especialidades, como escamoles a la mantequilla, gusanos de maguey, chinicuiles fritos, chapulines asados, lechón de la casa, cabrito al horno, milanesa de camarón y chamorro al horno. Algunos platillos más exóticos son el salpicón de venado, cocodrilo en filete o en ceviche, búfalo al carbón, avestruz a la tampiqueña, jabalí al pastor o en salsa de chabacano y conejo asado al carbón. Así que es un buen lugar para atreverse a ser más aventurero en cuestiones del paladar.

De entrada, te sugerimos pedir jamón serrano español o un platón de entremeses calientes, que trae chistorra, morcilla, chorizo frito, calamares y pulpos a la romana. El plato de quesos europeos y los jalapeños rellenos de camarón también son buenas opciones. Hay excelentes sopas, pastas y ensaladas por si no perdonas ese tiempo. Luego puedes seguir con una carne exótica o algún corte de carne, en ocasiones tienen Kobe, pero recuerda que ese platillo suele cobrarse por peso.

La sección de pescados y mariscos es amplia y va desde langosta termidor hasta distintas preparaciones de huachinango y lenguado holandés. También hay tortas, como de arrachera y la de filete de res, así como antojitos. Si quieres pedir para el grupo hay molcajetes y parrilladas. De postre, te sugerimos pastel del molinero, que es de tres leches con cubierta de almendras, crepas o flan de la casa. Hay postres y helados artesanales, como la crema catalana y el helado de yogur y frutos del bosque.

Para acompañar los alimentos, el servicio de bar es muy variado, con vinos, destilados, licores, cervezas y coctelería tradicional. Todos los días a partir de la una de la tarde se presenta un guitarrista y de jueves a sábado, desde las ocho de la noche, el ambiente se pone más movido con un grupo cubano.