Es común encontrar en todos los lados, los consabidos buffets de comida china en la cual, toda la comida tiene un regusto parecido a jengibre y soya, y para aprovechar el dinero a todo lo que da, comer hasta reventar.

Este concepto de comida china al por mayor, no es el que maneja Luaú. Sobre todo, porque tiene 50 años de tradición y esa tradición se debe respetar.

A la hora de comer “chino” en la Zona Rosa, debes dirigirte a Luaú y pedir las especialidades de la casa. Entre las cuales destaca el pato laqueado, con una piel tan crujiente que parece una galleta llena de sabor dulzón.

Uno de los preferidos de los comensales es la res mongoliano. Un plato salteado con salsa de soya y vegetales como brócoli, pimientos y cebolla acompañado con el típico arroz frito. Hay un platillo muy recomendado, el arroz a la piña: arroz frito emplatado en una piña (que se parece a la casa de Bob Esponja) que a pesar de que no parezca, la fruta le da muy buen sabor.

Obviamente, está la clásica costilla de cerdo que aquí la sirven bastante robusta y jugosa. Un plus de este restaurante es su memorable fuente, una especie de gruta que seguramente vio tiempos mejores pero sigue sin perder su encanto, mismo, que hace que las mejores mesas sean las que están al lado de la fuente.