Con una tradición culinaria desde 1943, Lalo y Jape Gozain, los dueños y fundadores, trajeron las tradiciones de su familia para compartirlas con nosotros. José Gozain, el hijo de Lalo y Jape, es quien administra ahora el lugar. Manteniendo el servicio atento y los platillos de calidad, que caracterizan a este monumento de la cocina libanesa en la ciudad.

Desde el Barrio de Santa Catarina, Emir no dejará de sorprenderte con esas combinaciones de sabores exóticos que caracterizan a esta gastronomía. Desde los fuertes sabores del shanklish (queso libanés con especias) y el falafel (bolitas de garbanzos con salsa de ajonjolí) hasta los sabores delicados de la kima (arroz en salsa de jitomate con bolitas de carne).

Para probar un poco de todo de este templo árabe, pide el plato libanés: keppe charola + hojas de parra + tacos de col + calabacita rellena + arroz con fideo y lentejas = una explosión de sabores para compartir. El lassi natural es lo mejor para acompañar tu alimentos: una típica bebida preparada a partir de los famosísimos bulgaros -esas cositas blancas que te daba tu mamá por las mañanas-.

La repostería tampoco se queda atrás, ofrecen una gran variedad de postres que no te decepcionará. Puedes elegir entre lo clásico: pastel de chocolate, dedos de novia o nidos de nuez. Pero nosotros te recomendamos el pastel de dátil, un must que terminará de enamorarte y asegurará tu regreso. ¡Ah! Y no olvides acompañarlo con un café libanés.

¡Sajtain! (¡Buen provecho!)