Esta no es –ni de chiste– una guía definitiva de maridajes con té. Es una lista de los casos más comunes para disfrutarlo.

Croissant (y otros panes)

Ponlo a prueba:
Las combinaciones de té con pan dependen mucho del tipo de grano que sea utilizado. Si es cualquier pan tostado (y piensas ponerle un poco de miel, mermelada o mantequilla) invita al english breakfast a la mesa.

Scones

Ponlo a prueba:
Porque estos panes (dulces o salados) son ingleses y los ingleses aman el té. Los panes pueden ser con especias, con aceitunas y cuando son dulces se suelen servir con un poco de nata y mermelada. Los puedes encontrar en La Lorena y disfrutarlos con tu té negro favorito.

Lo que sea con té verde

Ponlo a prueba:
En algunos lugares venden helado de té verde (Moyo, por ejemplo) y otros postres preparados con matcha (un té verde alto en clorofila), como el panqué que venden en Orígenes. Acompáñalos con otros tés de la misma familia y quedarán muy bien.

Chocolate

Ponlo a prueba: Las mezclas de té con chocolate también tienen variantes. Hay que tomar en cuenta el porcentaje de cacao (no es lo mismo un chocolate oscuro a un chocolate con un porcentaje alto de leche o con toques de almendra). El té de jazmín va muy bien con chocolate amargo por las notas florales. Hay otros tés con toques a toffeeque pueden ir con chocolates rellenos de caramelo.

Con quesos también se puede

Si eres de los que priefiere comer queso antes que probar cualquier postre o dulce, prueba con el queso de cabra, un toquecito de miel y té Assam. Si vas a armar una tabla de quesos incluye una variedad de consistencias (duros a cremosos) y con diferentes intensidades. Haz el mismo ejercicio con diferentes tés negros: el mismo Assam, Darjeeling u Oolong pueden darte diversos resultados.

Hay que recordar:

– Si haces el té en casa procura no rebasar el tiempo indicado de la hierba con el agua. No quieres que un sabor amargo te arruine el postre.