La primera vez que le preguntamos a Manuel Quintanero, bueno, ¿y qué es Millesime?, no dio una respuesta muy concreta. Utilizó expresiones como “es una experiencia única” y “tienes que vivirla para enterderla”.

Puesto así, Millesime es una mezcla entre la casa de Willy Wonka (menos bizarra) y la mesa de Peter Pan en Nunca Jamás, en la que vas a comer casi todo lo que te puedes imaginar (o, para ser más precisos, lo que varios cocineros han imaginado ya).

Durante tres días, la puerta se abre a la una de la tarde. Pero eso no importa, porque una vez adentro, todo está diseñado para que pierdas la noción del tiempo.

En cada pasillo, los cocineros tienen montadas degustaciones en miniatura con sus mejores platillos o platillos creados para la ocasión.

Este año, había un grupo de “cocineros del DF”, en el que Pedro Martín (El Secreto) sirvió chipirones, Ricardo Muñoz Zurita (Azul Histórico) una cochinita pilbil, Edgar Nuñez (Sud 777) una sopa de frijol con polvo de bugambilia y Elena Reygadas (Rosetta) un plato con lengua y otro con sardinas.

También estuvo la pareja delJaso: Sonia Arias, quien prepararó un postre con polenta, y Jared Reardon que tenía erizo, jabugo y caviar a su entera disposición. Enseguida estaban Daniel Ovadía, Jorge Vallejo de Quintonily Jorge Galnares del restaurante Bresca.

Además hubo representantes del norte de país, como Solange Muris de Manzanilla (que preparó unas alitas de codorniz del Valle de Guadalupe), Diego Hernández de Corazón de Tierra y Guillermo González Beristain del restaurante Pangea, representado por un atropellado y un ceviche con mole huasteco.

Los restaurantes

Cada día la jornada de Millesime está dividida por una comida que se realiza en tres restaurantes emergentes, montados específicamente para el evento.

Este año, el hilo conductor de los restaurantes fue “la naturaleza que habita en la gastronomía” tema del que nacieron las propuestas de los restaurantes Hojas, Raíces y Brotes.

En cada restaurante tres chefs sirven ocho tiempos. Este año, los seleccionados para las degustaciones fueron José Avillez (del restaurante Belcanto en Portugal), Enrique Olvera (Pujol), Paco Pérez (del restaurante Miramar), Romain Fornell (de Caelis, en Barcelona), Alberto González y Paco Morales Fernando Canales.

La premiación

Para cerrar el evento se hace una entrega de premios, en los que se reconocen a los actores que forman parte de la operación de un restaurante, de la materia prima al jefe de cocina.

Mejor chef de México: Guillermo González Beristaín de Pangea en Monterrey.
Mejor restaurante de México: Laja en el Valle de Guadalupe.
Mejor jefe de sala: Miguel Ángel González de Pujol.
Mejor sommelier: Gerardo Téllez de Brasserie Lipp.
Mejor joven maestro: Adolfo Galnares del restaurante Bresca.
Reconocimiento a la cocina tradicional: Carmen “Titita” Ramírez, El Bajío.
Reconocimiento a un proveedor: Pablo Ferrer, el Sargazo.