Se dice que la gastronomía es el “octavo arte”. Prácticas como la de Arte Latte sustentan tan dicho. Se trata de los diseños que un barista “pinta” sobre la superficie de una taza de café espresso (que puede ser manchado, latte o capuchino).
Seguramente te has topado con los diseños: quizá con un corazón, un tulipán o, los más comunes, una roseta. Lo que quizá no sabías es que estos diseños se convierten en la firma del barista y que cada uno se distingue por su grado de dificultad. «El tulipán, por ejemplo, varía de acuerdo al número de hojas que le pongas», comenta Alelhi Moreno, campeona del Mundial de Baristas 2008.
No es sólo la figura. Otros factores que tienen que cuidar para ofrecer el arte latte perfecto está la temperatura de la leche (unos 65 grados), que el espresso no esté quemado (que su temperatura no queme los labios), y que la figura se realice con un vertidor y un “etching”, un instrumento…
Aquí están algunos ejemplos:

1.- La roseta

Salvador Benítez: su firma se caracteriza por tener un corazón que corone la figura.

2.- El tulipán

Alelhi Moreno: ganó con un corazón pero también le gusta el grado de dificultad que implica esta figura.

3.- El corazón

Álvaro Carrasco: la figura se complementa según la “claridad” de la leche: este efecto se nota en el color de fondo.