Entenderlo es bastante sencillo. En primera instancia, la sustentabilidad es el cuidado y manejo de los recursos de forma que se genere un impacto ambiental y económicamente positivo. Se suele pensar que un requisito necesario para formar parte de un movimiento verde es abrazar árboles, o no bañarte en un par de semanas… ¡Nada de eso!

La sustentabilidad no sólo es un concepto, es algo que puede ser aplicado fácilmente en la vida diaria. A muchos nos encantaría ir a salvar ballenas a Japón, ser voluntarios para reforestar miles de hectáreas de bosques, inclusive recorrer en bicicleta las grandes distancias que hoy pasamos en el tráfico citadino. Y, sí, todas estas acciones son muy importantes, pero casi siempre se complican demasiado. La buena noticia es que hay una solución mucho más cerca de nosotros. De hecho, una buena parte de ésta está en la próxima compra que hagamos.

La propuesta de hoy es que cambiemos la manera en la que tradicionalmente compramos.

El consumo sustentable es aquel que satisface tus necesidades sin poner en riesgo la capacidad de otras generaciones para satisfacer las suyas. Es mucho más fácil de lo que parece, sólo debemos sustituir los productos que normalmente utilizamos por otros que no dañen el ambiente, o cuya repercusión sea menor que la tradicional.

A la hora de tu compra sólo pregúntate:

¿Es imprescindible comprarlo o es sólo un caprichito?

¿Puedo sustituirlo con un producto que cuide el medio ambiente?

¿Puedo evitar esta compra y sustituirla con algo que tengo en casa?

¿Puedo fabricar yo mismo este producto (que necesito) con algo que sí tengo?

Para alcanzar la sustentabilidad debemos ser conscientes de que es nuestra responsabilidad como seres humanos manejar los recursos naturales de manera equilibrada, pues solo así las generaciones futuras podrán desenvolverse en un entorno sano y duradero.

Aunque algunos productos amigables con el ambiente suelen costar más que los convencionales, el bien que le hacen a tu persona (y al planeta) hace que valga la pena la inversión.No importa la ocupación, edad ni género, adaptar acciones verdes a tu estilo de vida no es complicado; y el impacto es realmente significativo. No olvides que el cambio más importante es el tuyo.

A partir de ahora, cada mes, Las Páginas Verdestraerá algunas propuestas para que puedas ser sustentable de una forma muy sencilla en tu día a día, además trataremos de acercarte más y más al consumo responsable.

Puedes ser sustentable en tu casa, en la oficina, en el antro, en el cine; ¡prácticamente en cualquier lugar! Lo importante es comprender que no importa si eres un estudiante o un alto ejecutivo, una abuelita o una adolescente… Ser sustentable es más fácil de lo que parece, y todos deberíamos entrarle porque nos conviene.