Bueno, nuestra boda real no podría dejar de tener detallitos infaltables.

Los príncipes no podrían ignorar a esta variedad sin la cual las bodas mexicanas no son bodas mexicanas:

Los gorrones
Se puede comer y beber gratis, viborear sin culpas, quedarse con la liga oel ramo.. y ligar.
Los ajuares
Habría que definir el estilo: china poblana y charro, adelita y revolucionario, apantallador –con tremendo vestido de novia– o sencillito. Este momento vivirá para la posteridad y lafoto oficial haría que lo recuerden con harto amor. O no.

La mesa de regalos
Bueno, son príncipes y no tendrían por qué hacerla. Pero eso de que los invitados lleguen con sus cajotas envueltas en papel metálico de palomitas no está nada cool. Además, eso de las filas, el abrazo, el recibimiento… eso ya está fuera de onda, goeeei.
Los solteros
Basta con mirar el rostro de los asistentes. Amargados (envidiosos), felices (ligadores), borrachos (ardidos), enfiestados (coquetos).
Como sea, amigos ingleses, ahí se los dejamos, por si falta algo. Los chilangos le entraríamos gustosísimos al wedding plan. Es más: lean los comentarios de abajo y tenemos más sugerencias ¿sí o no chilangos?