Corría el minuto 44 con 2segundos del segundo tiempo del partido entre las selecciones sub 17 de México y Alemania,cuando un “descalabrado”, Julio Gómez, anotó el gol con el que México pasó a la final deltorneo.

Este joven futbolista nos regaló una lección de vida (aunque podría parecer drama es totalmente en serio) que nunca debemos de olvidar: "en México,cuando nos urge que alguien haga las cosas bien, bastará con que alguien le de una buena descalabrada". A la postre, México terminó campeón, por lo que vimos que el verdadero problema está en la ubicación del chip.

Aunque aquello pasóen el círculo deportivo, nos pusimos a pensar qué ocurriríasi trasladáramos esa “descalabrada” al mundo político de nuestro país .

Seguramenteel resultado seria algo como lo queacontinuación te presentamos…