El hambre es canija, y cuando nos la ponen en la tele, con sus colorcitos y su texturita y –peor– con una bola de tragones que le entra con ganas– peor.

De niños, nos quedábamos enlelados viendo cómo los personajes de diferentes caricaturas se deleitaban con toda clase de alimentos. Sin importar que fueran reales o imaginarios, nos entraban unas endemoniadas ganas de probarlos para –así– por fin despejar de nuestra mente esa duda que nos quitaba el sueño durante noches enteras: ¿a que sabrá?

Nos ha tocado probar alguno de esos platillos, y otros definitivamente han estado muy lejos de nuestro paladar, como homenaje a todos esos que nos hicieron babear más de una vez, armamos este top.

Disfrútenlo.