La Academia reserva para este rubro los trabajos más personales y espectaculares, aquellos que rompen con los esquemas y a la vez logran emocionar con los alcances personales del realizador.

David O. Russell por Escándalo americano

¿Gana? La dirección de actores es correcta y Russell ha tenido el buen tino de llamar a la preferida de Hollywood, Jennifer Lawrence, después de haberla hecho ganar un Oscar el año pasado por Silver Linings Playbook.

Russell, seguramente, tiene los mejores publirrelacionistas de la industria, pero no es (aún) un autor del que se pueda decir nada extraordinario.

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Alfonso Cuarón por Gravedad

¿Gana? El favorito indiscutible es Alfonso Cuarón. De hecho, el rubro se llama en Inglés “Best achivement”, o sea el “mayor logro” en dirección. Cuarón está en este caso, con su espectacular puesta en escena que recrea una aventura a varios cientos de kilómetros de altura, en planos secuencias y con solo dos actores.

El único que podría disputarle el primer puesto es Martin Scorsese, el director más respetado del Hollywood actual, a quien le pueden dar el premio por razones emocionales. Pero no habrá sorpresa. Gana Cuarón.

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Alexander Payne por Nebraska

¿Gana? Nadie como Payne para filmar lo que no se ve en las acciones sin sentido de los seres humanos. Nebraska no está lejana del humor negro con el que se ha ganado tantos seguidores. Su dirección en blanco y negro es un respiro para el hipercolorido Hollywood.

Sólo hay que recordar algo, contiende contra Scorsese y Cuarón. Definitivamente, no creemos que sea el año en el que Payne suba por la preciada estatuilla.

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Steve McQueen por 12 años esclavo

¿Gana? Después de chistes como el que hizo Tarantino en Django Unchained (2012) o filmes tan pesados como Lincoln (Spielberg, 2012), la profundidad con la que McQueen toca la cruenta historia de la esclavitud estadounidense es interesante.

Tal vez por las mismas razones no gane: la Academia no suele premiar un mal reflejo de la base del sueño americano, y menos si es visto con ojos extranjeros. McQueen es inglés.

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Martin Scorsese por El lobo de Wall Street

¿Gana? Por un lado, Scorsese vuelve a la vida con esta película. Aunque tiene muchos detractores, es formalmente un logro espectacular por su balance entre farsa oscura, comedia y mordaz crítica a la columna vertebral de Estados Unidos: la idea de la riqueza, el sueño americano llevado al extremo.

Por otro lado, quizá no sea éste un momento en que Estados Unidos quiera recordar públicamente que su economía y su poderío decaen. Por otro lado, Scorsese ya está viejo para Hollywood, es muy probable que le den paso a sangre nueva, como Cuarón.

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