Por Juan Carlos Villanueva

El argumento parece el típico de un thriller: un hombre pierde a su esposa y empieza una pesquisa para encontrarla, pero el twist se da cuando se enfrenta con la voracidad de los medios de comunicación quienes hacen de su tragedia un verdadero festín.

Característico de Gillian Flynn, novelistabest seller estadounidense, en su historia se revela una sociedad decadente y esa cruda crítica ha llamado la atención de David Fincher (Seven, El club de la pelea) quien ya hizo su propia versión de La chica del dragón tatuado(deStieg Larsson), y ahora reincide en la adaptación conGone Girl.

Esta cinta es sádica, perversa y salvaje, aquí no hay lugar para los débiles, puedes correr, pero jamás esconderte. Eso lo sabe Nick Dunne (Ben Affleck) quien sufre un sanguinario linchamiento por parte de los medios, especializados en vender historias de cuento. Una película más de simbolismos que de sorpresas narrativas.

Con esta nueva adaptación, Fincher camina en una línea muy delgada entre autor original y el director: Zodiac tuvo su predecesora coreana llamada Memories of Murder, de Joon-ho Bong y despachó el tercer episodio de Alien (una cinta ya consolidada y con una fórmula comprobada). Pero entrando al debate de qué es mejor el libro o la película, simplemente podemos decir que Fincher no sabe fallar.