En su mayor momento de éxito, Grace Kelly abandona una carrera triunfal como actriz de Hollywood para casarse con el Príncipe Rainiero de Mónaco en 1956.

Seis años después, con una crisis que pone en riesgo a Mónaco y a su matrimonio, el famoso director Alfred Hitchcock le ofrece la oportunidad de volver a Hollywood para protagonizar su nueva película Marnie, la ladrona.

Grace se encuentra en una encrucijada entre la vida que siempre pensó que quería o aceptar el papel de la mujer en la que se ha convertido: Su Alteza Serenísima la Princesa de Mónaco.