Por Eric Orlando Jiménez Rosas

Una mujer asesinada durante la dictadura de Mussolini regresa para ajustar cuentas arrancando dientes y enviando al ataque a tremendos enjambres de mosquitos anófeles. Una madre recién separada y su pequeña hija, a la cual se le acaba de caer su primer diente, osaron habitar la vivienda donde habitaba la odontofílica, por lo que son aterrorizadas constantemente.

Como sólo ellas la han visto, nadie les cree, e incluso se sospecha que todo es producto de una psicopatología latente en ellas. La madre inicia una investigación para conocer la historia de la malvada mujer sedienta de dientes y descubre que la horripilante verdad sólo presagia más muerte y dientes.

Rutinaria y olvidable película de terror, con actuaciones poco convincentes. El film de Christian Bisceglia y Ascanio Malgarini contiene todos los elementos característicos y clichés de este tipo de producciones: el baúl misterioso que sirve de portal entre dos mundos; la música tenebrosa utilizada indiscriminadamente; inesperadas imágenes que aparecen en el reflejo de los espejos acompañadas de estruendosos sonidos; y rechinidos de puertas. Se trata de un film que reproduce fórmulas comprobadas para hacer dinero sin ofrecer mucho a cambio.

Es una historia que tuerce y estira sus argumentos con tal de que se justifique la presencia de incisivos, molares, premolares, etc., y se relacione, aunque sea parcialmente, con la fantasía popular del hada de los dientes (el equivalente al ratón de los dientes en México). Recomendable sólo para aquellos que gocen asustándose y dando saltos sin complicarse ni exigir mucho de la vida.