En las hermosas colinas de Cooper Canyon en Chihuahua, Emilio es adoptado por el cartero Teo. Como parte de sus tareas diarias, ellos no sólo entregan el correo y leen las cartas a los habitantes; también toman dictado, puesto que la mayoría son analfabetas. El joven Emilio rápidamente aprende a leer y escribir, pero entristece por las historias difíciles enviadas por los parientes, que han emigrado al norte de Denver en la búsqueda de un futuro mejor. Un día Teo queda lisiado y Emilio se hace cargo del correo. Con gran imaginación, cambia las cartas por historias felices y optimistas. Y en pocos días, el pueblo se transforma.