Una vez más, Ang Lee viaja a Hollywood para recalcar en la pantalla su dramatismo sentimental. Aunque eso sí, lo advertimos: si crees que verás un desfile de música de los 60, o escenas del mítico concierto, estás equivocado: este film no trata acerca de este suceso en sí, sino que lo toma como punto de ebullición para que una familia, logre reencontrarse. Es decir, Woodstock es el pretexto perfecto para esta coming-of-age film.

A finales de los años 60, Elliot un joven que trabaja en la ciudad de Nueva York, va a su pueblo natal durante el verano para ayudar a sus padres en su hotel que está deteriorado y a punto de la quiebra. Tras debatir formas en cómo mejorar el negocio, decide hacer un acuerdo con la gente del festival de Woodstock para que el concierto sea en la finca de uno de sus vecinos. Poco a poco, miles y miles de personas comienzan a llegar, lo cual provoca el enojo de los vecinos y un semi boicot a los organizadores. Elliot con la ayuda con sus amigos llevarán a cambio el concierto más famoso de todos los tiempos.