Por Oswaldo Betancourt L

Alexander y un día terrible, horrible, amlo… ¡muy malo! es la película ideal para ir a ver en familia (niños, adolescentes tempranos y adultos) cosa que no puedes hacer con cualquier estreno.

Alexander va a cumplir 12 años, tiene una familia optimista y la vida de todos es perfecta, menos la de él, porque es un niño con mala suerte, cosa que cambiará cuando desee que sus papás y hermanos experimenten uno de sus días.

Este hechizo llega en un día inoportuno para los Cooper, cada uno de ellos tiene algo importante que hacer ese día: presentarse en una obra de teatro, una entrevista de trabajo, su examen de conducir y una cita, la presentación de un libro y la fiesta de cumpleaños de Alexander, quien al contrario de su familia tendrá el mejor día de su vida.

Aunque Alexander es el protagonista, los demás personajes tienen su peso en la historia. Al principio cada uno está por su lado pero afrontan este día juntos sin importar lo que pase, esa idea se mantiene de principio a fin y sería el mensaje de la película: los días malos en familia no son tan malos.

Además de hablar sobre la unión familiar, la intención de la película es principalmente divertir, así que no esperes una trama muy profunda ni elaborada, pero tiene los recursos para que la pases bien y logra sacarte una sonrisa. En los últimos minutos de la película Disney se sale un poco de la norma con una situación picarona, que cabe dentro de la lógica del día malo y que, no te preocupes, sólo los grandes entenderán (sólo diré que tiene algo que ver con vaqueros).

Veredicto: Si buscas una opción entretenida y agradable para ir con tus chilanguitos.

Pilón: Si le va bien en taquilla, podrían hacer la adaptación de los otros libros de Judith Viorst.