No. No son minutos en el cielo. Son en el purgatorio

(tampoco voy a exagerar y decir que son en el infierno… no es para tanto). O

tal vez sí.

Este documental es uno de los proyectos más insulsos que he

visto en años. Su intención artística recae en tomas estéticas; su manifestación

cultural -o comercial, como quieras llamarle- es que un grupo de artistas se

posen frente a la cámara y respondan a la ambigua pregunta de: ¿Qué es Dios?

Y las respuestas van de "genialidades" dignas de un Premio

Nobel, a pobres declaraciones semánticas de Hugo Jackman: «no se puede expresar

en palabras» o de Ringo Starr: «es amor». Y así durante hora y media.

En qué momento se le ocurrió a ___, director británico de videos recorrer el

mundo para hacer esta pregunta, que obviamente no da conclusión, pero ni

siquiera invita a la reflexión: son viñetas lanzadas al aire y armadas como un

ejercicio escolar para aprender a editar en Final Cut. El hilo conductor es un

collage de declaraciones que muestran las diferentes miradas de diversas

religiones.

Documentales como estos, hacen llorar al Niño Jesús.